Amnistía Internacional denunció este miércoles “una nueva oleada de crímenes de guerra y probablemente de crímenes contra la humanidad” en Myanmar, donde la junta militar multiplicó los bombardeos aéreos y los disparos de artillería contra la población civil.
El ejército - que dio un golpe de Estado en 2021 - intensificó entre diciembre y marzo los ataques en el este del país.
“En casi todos los ataques documentados, solo parecen estar haber civiles”, lamenta esta oenegé internacional en un informe en que alerta de las ejecuciones extrajudiciales, pillajes e incendios de pueblos.
Los bombardeos impactaron en viviendas, centros médicos, templos e iglesias, mientras que en los últimos días se produjeron disparos de artillería contra varias localidades, advirtió Amnistía.
Tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, los enfrentamientos se intensificaron en esta zona del este, situada cerca de la frontera con Tailandia. Pero los militares parecen incapaces de sofocar a las milicias locales.
Amnistía aporta detalles de varios casos de crímenes de guerra en la región de Kayah (este).
Denuncia, por ejemplo, el hallazgo a finales de diciembre de 30 cuerpos calcinados, de mujeres y niños, o la ejecución en enero de seis personas que intentaban huir hacia Tailandia cruzando un río.
Estas operaciones reflejan “la política característica de castigo colectivo de comunidades civiles”, consideradas afines a los opositores a la junta.
La ONU ya había denunciado “probables crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad” en Myanmar.
Después del golpe militar, cerca de mil 900 civiles fueron abatidos y 14 mil detenidos por las fuerzas de seguridad. MAAZ
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