Un grupo de personas que se dijeron afectadas por la fintech mexicana CrediJusto se plantaron en el Zócalo de la Ciudad de México para solicitar la intervención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y de la gubernamental Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Sin embargo, ejecentral detectó anomalías en la queja de los ciudadanos.
“No tenemos malas intenciones, sólo queremos que se haga justicia y nos regresen nuestro dinero, ese que ahorramos con mucho esfuerzo y que forma parte de nuestro patrimonio. Además, basta con ver los comentarios negativos en su página de Facebook para saber que tenemos razón en lo que solicitamos”, señalaron los quejosos en un comunicado de prensa enviado, al menos, a ejecentral.
De las anomalías detectadas, la principal es que CrediJusto es la marca comercial de APJUSTO, que es una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple, Entidad No Regulada. Es una Sofom o banco no banco y esto último porque dichas empresas ofrecen créditos, pero por ley tienen prohibido recibir cuentas de ahorros de la población.
Con lo anterior, se contradice lo dicho de que “nos regresen nuestro dinero, ese que ahorramos con mucho esfuerzo”. De hecho, cualquier Sofom que reciba dinero en cuentas de ahorro del público son merecedoras de perder su licencia para operar.
Los supuestos ahorradores indicaron también: “No queremos afectar a nadie, únicamente queremos que se resuelvan nuestras peticiones y que la autoridad financiera ponga orden a esta empresa que nos ha afectado, pues nos parece muy injusto lo que nos han hecho”.
Sin embargo, no mencionaron las supuestas violaciones de la fintech mexicana. Desde su fundación, CrediJusto ha recibido inyecciones de capital por más de 250 millones de dólares, de los cuales sobresalen los recursos recibidos por Credit Suisse con 100 millones y otros 42 millones por inversionistas encabezados por Goldman Sachs.
En la información enviada a los medios de comunicación, los supuestos afectados por la financiera mexicana, informaron que la oficina de la Dirección General de Atención Ciudadana recibió su queja por escrito y que la misma asignó ya un folio para darle seguimiento.
Al revisar la página web de CrediJusto, ejecentral observó que la empresa sólo otorga préstamos a empresas a través de créditos simples o arrendamiento (compra-renta de activos como maquinaria, sin apalancar a la empresa solicitante). Con lo cual se constata que la fintech mexicana no atiende créditos a personas.
Incluso, para las empresas, un requisito de CrediJusto es que quien solicite un préstamo, además de que deberá estar dado de alta ante el brazo recaudador de impuestos de la Secretaría de Hacienda (SHCP), el Servicio de Administración Tributaria (SAT), deberá comprobar ventas mensuales de al menos 100 mil pesos.
Lo anterior contrasta con lo dicho por los quejosos. “El problema con Credijusto es que sus contratos no son claros y los que perdemos somos nosotros, sus clientes (…) Imagínense: uno de nosotros solicitó un crédito para Uber Eats y le pidieron comprobantes de ingresos de hasta 60 mil pesos mensuales. Con ese ingreso, ¿quién va a necesitar un préstamo?”.
Es importante destacar que algunos de los asistentes (no medios de comunicación) a las conferencias matutinas del presidente de la República, han utilizado la “mañanera” para denostar sin pruebas a empresas privadas.
Si bien, no se tiene estadística del avance o penetración de mercado de las fintech. Datos de CrediJusto señala que “el 1% de las empresas recibe 85% de los créditos por parte de la banca tradicional”.
En ese sentido, datos oficiales muestran que a noviembre pasado se observó que 13 de los 50 bancos con cartera crediticia a empresas, han perdido participación de mercado en los últimos 12 meses. De ellos, los cinco que más perdieron son Multiva, Banco Azteca, CitiBanamex, Santander y HSBC.
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