Una investigación de la Procuraduría General de la República reveló que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) estuvieron involucrados en el secuestro y entrega de migrantes al crimen organizado en el sexenio pasado.
Durante las pesquisas por la masacres en San Fernando, Tamaulipas, la PGR descubrió que elementos del Instituto que depende de la Secretaría de Gobernación estuvieron involucrados en actos delictivos sin que diera a conocerse su captura por los delitos de tráfico de indocumentados y delincuencia organizada.
De acuerdo al diario Reforma, “conforme a documentos internos de la PGR por el Caso San Fernando, se giraron 85 órdenes de aprehensión contra miembros y cómplices de Los Zetas y del Cártel del Golfo, policías municipales y agentes migratorios”, entre los que se encontraban al menos seis agentes del INM sin que hasta el momento exista una comunicación oficial al respecto o sobre si continúa dicha línea de investigación.
El 11 de abril de 2011 la Secretaría de la Defensa Nacional rescató a tres centroamericanos secuestrados en Altamira, Tamaulipas, y detuvo en flagrancia a los plagiarios Juan Carlos Segura Rivera y Marcos Alvarado Domínguez, en Tampico, quienes declararon pertenecer al Cártel del Golfo y dedicarse al secuestro de indocumentados.
Con su captura se abrió una vertiente en la indagatoria que llegaría hasta el INM, reporta el mismo diario. Ocho días después, elementos federales arrestaron a seis agentes de Migración, identificados como José Luis Jiménez Avendaño, Ramón Iván Gloria, Roberto Hernández González, José Manuel Sánchez, Moisés Pérez y Vicente Alberto Rosas; algunos de ellos identificados en fotografías por los migrantes retenidos en Altamira.