Autoridades mexicanas denunciaron una vigilancia “excesiva” en la Embajada de Bolivia, pues hasta 150 personas se mantuvieron al acecho de la sede diplomática, e incluso en la residencia de María Teresa Mercado, representante del gobierno mexicano en aquel país.
Adicional a este incidente también se reportó que María Teresa Mercado fue detenida en su automóvil con la justificación de inspeccionarlo.
En su momento, la canciller de Bolivia, Karen Longaric, emitió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que afirmó que Bolivia “es un país respetuoso de las inmunidades diplomáticas”.
Todas estas acciones de vigilancia e inspección han sido ejecutadas por militares, paramilitares y elementos de inteligencia, lo que constituye una violación a la Convención de Viena.
A través de un comunicado, el Gobierno de México mostró su preocupación, por lo que llamó a “las partes que integran al Estado Plurinacional de Bolivia para respetar y cubrir cabalmente las obligaciones del Estado boliviano respecto del artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, documento que precisa que los locales de la misión son inviolables y que los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
México reacciona en instancias internacionales
Ante organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), México expuso su queja por la estricta vigilancia a su Embajada y a su representante diplomática en Bolivia.
Además, pidió a la Presidencia del Consejo Permanente de la OEA que difundiera a través de las misiones permanentes de los estados miembro el comunicado de prensa de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana (SRE).
Desde que el expresidente Evo Morales se asiló en México, al menos 30 políticos se refugiaron en la Embajada mexicana en La Paz.
