La crisis sanitaria propició que las autoridades buscaran formas de mitigar la propagación del virus y sus efectos. Muestra de ello es lo que ocurrió en las prisiones de algunos países, en los cuales se impulsaron leyes de amnistía o la posibilidad de seguir condenas desde el arraigo domiciliario.
Una reclusa de 75 años en Estados Unidos compartió su experiencia. Contó detalladamente que se encontraba emocionada debido que fue aprobada para volver a casa durante la pandemia después de haber pasado casi 16 años en la cárcel.
Y aunque le colocaron un rastreador en el tobillo para monitorear todos sus movimientos, violó las políticas de seguridad al asistir a un curso de computación en donde al entrar a las instalaciones, como medida de seguridad, se bloquea automáticamente el uso de cualquier dispositivo con GPS. Ella olvidó esta situación por completo y, al apagar su rastreador, su administrador fue reportada como fugitiva.
La anciana tuvo que volver a la cárcel y en poco tiempo los medios de comunicación se enteraron de su situación, dando a conocer su caso como “Abuela de 75 años va a la cárcel por ir a cursos de computación”. Esto indignó a muchas personas y a consecuencia de eso el juez del caso reabrió la causa y decidió dejarla en libertad.
Ahora que está libre, la mujer afirmó que no descansará en hacer justicia en casos similares de otras personas. Además, pidió al presidente Joe Biden que use su autoridad para evitar que las personas que estén en confinamiento domiciliario durante la pandemia regresen a la cárcel. VN
Con información de The Washington Post
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