En un sorprendente giro político, el exmiembro destacado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Adrián Rubalcava, anunció su renuncia a dicha agrupación y manifestó su respaldo a Claudia Sheinbaum, actual precandidata presidencial de la coalición Juntos Hacemos Historia.
Rubalcava informó que su decisión va acompañada por la salida de 30 consejeros priistas, lo que representa la dimisión de aproximadamente 10 mil militantes del PRI. Además, anticipa que en los próximos días se sumarán al menos 20 mil renuncias más.
La determinación de Rubalcava se fundamenta en la falta de respuesta del tribunal electoral ante la situación interna del PRI, llevando al político a desvincularse por completo del frente amplio PAN, PRI y PRD. En sus declaraciones, expresó su desilusión al afirmar que “la democracia no ha cambiado”.
El exmilitante, aludiendo al declive ético que percibe en el PRI, reveló que, a pesar de las tentadoras ofertas de cargos públicos, no puede respaldar una campaña presidencial presidida por la corrupción.
Este inesperado cambio en la afiliación política de Rubalcava ha generado un malestar palpable dentro del PRI, marcando un hito en la trayectoria política del político y dejando al descubierto las tensiones internas y la pérdida de confianza en la dirección del partido.
La decisión de Rubalcava y el éxodo de militantes plantean un desafío significativo para el PRI, que se ve enfrentando una creciente desafección y un cuestionamiento interno sobre su capacidad para adaptarse y evolucionar en respuesta a las demandas cambiantes de la sociedad.
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