Hoy por la tarde fue anunciado el fallecimiento del escritor José Agustín, ícono de una generación en México a través de la contracultura al ser pionero en la corriente literaria conocida coloquialmente como Literatura de la onda.
El autor experimentó problemas de salud desde el 29 de diciembre pasado, aunque en redes sociales destacó un mensaje escrito por su hijo José Agustín Ramírez Bermúdez, en el que reprodujo el mensaje: “Mi padre ha dicho: ‘Con esto, ya mi trabajo aquí se va terminando’”.
Autor de novelas emblemáticas de la literatura mexicana en la segunda mitad del siglo XX, como El rock de la cárcel, De perfil y Se está haciendo tarde (final en laguna).
Poseedor de un estilo de escritura muy ameno y de fluida lectura, desde muy joven destacó en el ámbito literario con sus novelas La tumba (Novaro, 1964), apoyado por Juan José Arreola, a la edad de 20 años, y De perfil (Joaquín Mortiz, 1966).
Junto con algunas obras de Gustavo Sáinz y Parménides García Saldaña, han sido consideradas, primero por la escritora Margo Glantz, y diversos críticos como de la literatura de la onda.
Esta corriente se caracterizó por el lenguaje coloquial, por abordar temas como el rock, el alcohol, las drogas, el sexo y los conflictos familiares, y por personajes jóvenes que expresaron el espíritu rebelde juvenil.
“El desmadroso” de los medios
De acuerdo con el texto “José Agustín, el desmadroso”, que se desprende del libro Lotería, de Vicente Leñero, hacia 1965, en aquella época ambos autores trabajaban en la revista Claudia, donde el joven escritor no tenía distingos al jugar bromas:
“Vaciaba cajones y desperdigaba lápices por dondequiera. Llenaba de sal las azucareras. Y un día, al director comercial de la empresa, a un hombre de lentes como corcholatas, le atravesó una maldad que nos dobló de risa, y de pánico. Sucede que José Agustín se escurrió furtivamente en el despacho del señor Sodupe –que así se apellidaba el interfecto– y a su saco de casimir finísimo le cortó con navaja el nudito rematador de todos sus botones: de manera que cuando el señor Sodupe se puso el saco para correr a una junta importantísima con Canales Lozano, todos los botones, al tratar de ser ensartados a los ojales, se desprendieron del casimir y cayeron, fueron cayendo al suelo como piedrecitas del campo”.
Desde su adolescencia, José Agustín dejó su huella en diversos medios, contribuyendo con su pluma a periódicos y revistas.
No obstante, su alcance trasciende la escritura, ya que ha sido profesor visitante en la Universidad de Denver, conductor y productor de programas culturales para la radio y televisión, así como coordinador de talleres literarios.
Parte integral de la fundación del diario Reforma y colaborador destacado en los suplementos culturales Confabulario de El Universal y La Jornada Semanal de La Jornada, Agustín ha cultivado un perfil ecléctico en el ámbito periodístico y cultural.
Formación
Inmerso en el taller literario de Juan José Arreola en sus inicios, José Agustín se consolidó como un escritor audaz que exploró diversos géneros, desde la narrativa y el guion cinematográfico hasta la dramaturgia.
Su formación académica abarca Letras Clásicas en la UNAM, dirección cinematográfica en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, y composición dramática en el INBA y en la ANDA.
Su serie Tragicomedia mexicana se erige como una aguda sátira política que desmitifica la historia contemporánea de México desde una perspectiva contracultural.
Internacionalmente, Agustín ha dejado su impronta. En 1961, viajó a Cuba como parte de la campaña alfabetizadora, y pasó cuatro años en Estados Unidos, donde estableció vínculos con prominentes escritores latinoamericanos.
Además de su contribución literaria, José Agustín incursionó en la cinematografía, dirigiendo el largometraje Ya sé quién eres / Te he estado observando y participando en diversas producciones cinematográficas.
En su ciudad natal, una escuela lleva su nombre, una señal inequívoca de su impacto duradero en el ámbito educativo y cultural.
Con numerosos premios y reconocimientos, incluido el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2011, José Agustín es más que un escritor; es un artista cuyo legado sigue vibrante en las letras mexicanas.
Te puede interesar: