A pesar de que en reiteradas ocasiones, los senadores cuestionaron al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, sobre el asesinato de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en la única ocasión que respondió, lo hizo para defender al Ejército.
Negó que el cuerpo armado participara aquella noche de septiembre de ocho años atrás, aún cuando el informe del subsecretario de Derechos Humanos, presentado por Alejandro Encinas, reconoció que fue un crimen de Estado, en el que participaron autoridades federales, estatales y locales.
“Elementos del Ejército, en este caso cuatro, pues sí, desde luego, que están implicados en los hechos de esa trágica noche”, defendió.
Durante las tres horas de su comparecencia en el Pleno del Senado de la República, la panista Kenia López Rabadán lo cuestionó directamente: “¿sí o no elementos del Ejército están implicados en la tragedia de Ayotzinapa?”. El encargado de la política interior del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le advirtió, “no se preocupe, la verdad se va a saber, como estamos todos los mexicanos pidiendo que se sepa qué pasó en la Guardería ABC”.
Esa fue la única ocasión en que López Hernández respondió algún cuestionamiento en torno al caso de los estudiantes de Ayotzinapa, pues evadió responder los motivos de la renuncia del fiscal Omar García.
“¿Qué posición podría usted comentarnos, tiene el gobierno federal sobre la renuncia del ahora ex titular de la Fiscalía, Omar Gómez Trejo, fiscal de este mismo caso?”, le cuestionó la pesista Eunice Romo.
“El caso Ayotzinapa es uno de los temas que más nos preocupa. Nos preocupa enormemente que hoy se esté construyendo un nuevo pacto de impunidad y que nos manden el mensaje de que hay intocables y que desde la propia Fiscalía o de la Presidencia de la República se dé la certeza de que deben de bajarse órdenes de investigación, por lo menos que se cite y se investigue, pero el mensaje que se manda es de un nuevo pacto de impunidad”, lo acusó Emilio Álvarez Icaza.
Sin embargo, en su intervención, el exgobernador de Tabasco eludió responder dichos cuestionamientos.
Niega amenazas y presiones
No todo fue comodidad para el secretario de Gobernación durante su visita al Senado; los legisladores lo acusaron de presionarlos para sacar adelante la iniciativa de reforma Constitucional en materia de la Guardia Nacional, que fue discutida la semana pasada.
Ante lo cual, López Hernández le reviró a Álvarez Icaza,“no le acepto y no le aceptaré nunca porque no tiene ni una sola prueba, es que se refiera como el que promueve la política del chantaje y la amenaza. Y no se la acepto porque por formación yo no actúo de esa manera, soy una gente que respeta a los que piensa como yo pienso de mi convicción”.
Más tarde, justificó que “lo que sí hice y hago todos los días, es dialogar con actores políticos de oposición y, en el caso de senadores de oposición, hablé con muchos de ellos”.
Defiende a Américo Villarreal
Al secretario le presentaron una manta con la imagen del Senador Américo Villarreal, quien hoy solicitó su reincorporación al Senado, pero no acudió a la sesión, a pesar de que en cuatro días más rendirá protesta como gobernador de Tamaulipas, y quien aparece supuestamente con Gerardo Vázquez Barrera, operador financiero del Cártel del Noreste, también junto al morenista José Narro.
Pero el tabasqueño salió en su defensa, “Américo va a ser, aunque les duela, un gran gobernador de Tamaulipas” y, luego, pidió que si tenían pruebas lo denunciaran ante la Fiscalía General de la República (FGR).
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Ayotzinapa sí fue el Estado, pero del viejo régimen: Encinas
