Comunicadores mexicanos se manifestaron este jueves ante la secretaría de Gobernación (Segob) para reclamar la ineficacia de las autoridades en la protección a periodistas amenazados tras el asesinato del reportero Cándido Ríos, el décimo este año en México. “Nos preocupa mucho que una persona que estaba dentro del mecanismo de defensa de periodistas haya sido asesinado. Nos habían dicho que el problema de los asesinatos de periodistas era que no estaban dentro del mecanismo. Se cae este mito”, dijo a la AFP Alejandro Meléndez, fotógrafo y uno de los organizadores de la protesta, en referencia a que Cándido Ríos contaba con medidas de protección oficial.
Cerca de medio centenar de comunicadores reunidos en la protesta colocaron en las escaleras, muros y acceso de la dependencia decenas de imágenes de Ríos, periodista del estado de Veracruz, que fue asesinado a balazos la tarde del martes en plena calle. Periodistas de Veracruz también se manifestaron este jueves por el homicidio de Ríos. Sobre los responsables de estos crímenes, el periodista Wibert Torre dijo que si bien se culpa generalmente a la violencia del narcotráfico que golpea a México desde hace una década, también proviene desde esferas del poder, principalmente en pequeñas comunidades del país. Según la organización Artículo 19, Ríos es el segundo periodista que es asesinado a pesar contar con medidas del mecanismo de protección en su casa. Este mecanismo, creado en 2012 por el gobierno federal y al que se han acogido poco más de 530 comunicadores, ha sufrido serios recortes. En 2013 se le asignaron unos 2.1 millones de dólares y para este año se redujo a la mitad.
Familia exige investigación
La familia de Cándido Ríos, exigió el miércoles una investigación completa al gobierno de México, el cual presume que el crimen “estaba dirigido a otra persona”. Ríos, de 55 años, fue atacado junto con el exjefe policíaco Víctor Antonio Alegría y su guardia de seguridad. “Pido justicia, que se investigue bien”, dijo a la prensa Hilda Nieves Martínez, esposa de Ríos, durante el velorio realizado en su casa, localizada en el municipio de Hueyapan de Ocampo, en el sur de Veracruz, el distrito mexicano con más comunicadores asesinados. A menos de 24 horas del crimen el subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación (Interior), Roberto Campa, insinuó que Cándido fue asesinado por un error de cálculo. El crimen “no tiene que ver con el análisis de riesgo del periodista, tiene que ver con otros riesgos vinculados con las personas que perdieron la vida” el martes, en el mismo suceso que Ríos, indicó Campa. La hija del periodista, Cristina Ríos Nieves, dice estar segura de que su padre fue asesinado por ejercer el oficio de informar. “A través de esa actividad periodística el desenmascaraba, acusaba a personas poderosas, a caciques del pueblo”, comentó Cristina, 30, en el velorio. Ríos, autodidacta del oficio, denunciaba en su diario de forma reiterada al exalcalde de Hueyapan de Ocampo, Gaspar Gómez, por corrupción. Jorge Morales, secretario de la gubernamental Comisión para la Atención y Protección de los Periodistas de Veracruz, dijo que el periodista había interpuesto denuncias por agresiones ordenadas por el exfuncionario, desde golpes hasta detenciones arbitrarias y torturas.
Sus zapatos sobre su ataúd
En su humilde casa de una planta y rodeada de sembradíos, Cándido tenía cámaras de seguridad, rejas con alambres de púas y la policía local hacía recorridos de vigilancia. Esta medidas eran parte del Mecanismo de Protección de Periodistas del gobierno federal al que se había acogido. https://www.youtube.com/watch?v=neruxnnnGG4 Pero fuera de su casa "él estaba totalmente desprotegido. Siempre (sufría amenazas) y creo que en el fondo él sabía que esto iba a pasar. Indirectamente nos preparó para esto”, agregó su hija. Sobre el féretro de Cándido Ríos, llamado cariñosamente “Pavuche”, fueron colocados un par de sus zapatos con las suelas desgastadas.DA