A pesar de contar con una denuncia por presunto abuso sexual, el Colegio Carmel, una escuela de preescolar hasta secundaria ubicada en la alcaldía Coyoacán, siguió operando con normalidad; se presume que 20 menores podrían haber sido víctimas.
Y es que ante la presión de los padres de familia, el pasado 16 de febrero la escuela cesó al profesor implicado en el supuesto abuso sexual, pero entre las protestas, una madre les informó que existía una denuncia presentada ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México desde el pasado 17 de enero.
La madre de familia afirmó que tras enterarse de la violación que sufrió su hija a manos de uno de los profesores del plantel presentó su denuncia ante la Fiscalía y que esta informó de inmediato al Colegio Carmel.
Sin embargo, las autoridades de la escuela no hicieron nada contra el maestro y las actividades continuaron de manera normal, hasta que las protestas se incrementaron.
Contrario a las declaraciones de los padres de familia, el Colegio Carmel emitió un comunicado en el que afirmó que desde que tuvieron conocimiento de los hechos, se activaron los protocolos para garantizar la seguridad de los alumnos.
Y añadieron que están a disposición de las autoridades responsables para las investigaciones de quienes resulten responsables: tres maestros, a decir de los propios padres de familia.
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De acuerdo con uno de los padres de familia, la Secretaría de Educación Pública tampoco atendió sus demandas, por lo que el pasado miércoles enviaron un oficio a la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología (Sectei) de la Ciudad de México.
En el texto enviado a la Sectei precisan que las autoridades de la escuela tenían conocimiento de la carpeta de investigación abierta desde el pasado 17 de enero contra uno de sus profesores y dejaron que el maestro continuara todo un mes “trabajando” y posiblemente abusando de más niños.
De acuerdo con los testigos de los padres de familia, creen que el número de víctimas podría llegar a 20, pues varios de los estudiantes les confiaron a haber sufrido tocamientos y abusos sexuales de parte de profesores.
César Romero, uno de los padres de familia, dijo en entrevista para Excélsior, que ya se entrevistó con la fiscal Ernestina Godoy, le realizaron un peritaje pero que no le resolvieron nada.
Ahora tendrá que hacer un nuevo peritaje particular, en el cual su hijo deberá ser sometido otra vez a pruebas para saber si hubo o no abuso, algo que además de desgastador y revictimizante - apuntó - le costará 20 mil pesos, de lo contrario no puede presentar la denuncia por el presunto abuso sexual que sufrió su hijo. EJ
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