Cerca de dos mil niños y niñas habrían sido abusados sexualmente por 451 integrantes sacerdotes e integrantes de la iglesia católica en Illinois, reveló una investigación a cargo del fiscal general Kwame Raoul.
La investigación se remonta hasta la década de 1950 cuando comenzaron a presentarse denuncias por abusos sexuales en la diócesis de Belleville, Chicago, Joliet, Peoria, Rockford y Springfield.
Desde ese entonces se tiene registro de al menos mil 997 menores de edad víctimas de abusos, según un extenso informe de casi 700 páginas.
Conviene recordar que en 2018 la propia iglesia reveló los nombres de 302 de sus integrantes señalados como agresores sexuales; sin embargo, la nueva investigación añadió a 149 integrantes del clero.
“Es posible que estos perpetradores nunca rindan cuentas ante un tribunal, pero al nombrarlos aquí, la intención es ofrecer una rendición de cuentas públicas y una medida de sanción”, indicó el fiscal.
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Y es que de los 451 agresores sexuales, 330 ya fallecieron, informó Kwame Raoul.
El sacerdote Thomas Francis Kelly, se encuentra entre la lista de agresores; se le acusa de abusar de 15 menores de entre 11 y 17 años en la década de 1970, murió en 1990.
“Espero que este informe arroje luz sobre todos aquellos que violaron sus posiciones de poder y confianza para abusar de niños inocentes, como sobre los hombres de liderazgo de la iglesia encubrieron el abuso”, indicó el fiscal de Illinois.
Aunque la Red de Sobrevivientes de los Abusos por Sacerdotes (RSAS) calificó el informe como “impresionante”, advirtieron que el número de víctimas podría ser mayor, pues recordaron que el anterior fiscal, pese a tener las denuncias en sus manos, calificó al 74 por ciento de ellas como faltas de fundamento y decidió no investigarlas. EJ
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