“Venezuela tiene planes para todos los escenarios y si un día el imperialismo y la oligarquía colombiana se atreviera a tocarnos, ¡Prepárense para la furia bolivariana de un pueblo que arrasaría con todos ustedes!”, amenazó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros al mandatario estadounidense, Donald Trump, en respuesta de la acusación del Departamento de Estado de Estados Unidos que lo coloca como el líder narcoterrorista del Cártel de los Soles, quien buscó “inundar” de cocaína el territorio estadounidense.
Luego de que el jueves 26 de marzo, el gobierno de Estados Unidos oficializó la acusación por cargos de corrupción y narcoterrorismo, en contubernio con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en contra del mandatario venezolano, así como en contra del vicepresidente de economía el ministro de defensa, y el jefe de justicia suprema de Venezuela, el sucesor de Hugo Chávez Frías, respondió.
Tras rechazar las acusaciones en su contra, el presidente venezolano calificó el anuncio del Departamento de Estado estadounidense, y la recompensa de hasta 15 millones de dólares que ofreció por información que lleve a su arresto y/o condena, de ser un plan golpista desarrollado en Colombia con la participación de asesores estadounidenses y opositores venezolanos; no obstante sostuvo que su país quería paz.
“Somos demócratas y estamos dispuestos a convivir y a respetarnos”, dijo el mandatario. Sin embargo, al señalar que las acusaciones del gobierno de Donald Trump se trata de “una acción extravagantemente extremista, vulgar, miserable, un conjunto de acusaciones espurias, falsas”, advirtió que “por las malas, en nuestras fronteras y más allá de nuestras fronteras. ¡Oligarquía colombiana no toquen al pueblo de Bolívar!, sabemos combatir con todas las formas de lucha”.
Junto con Nicólas Maduro, a quien el Departamento de Estado señala como “ex presidente” de Venezuela, la acusación radicada en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos Distrito Sur de Nueva York también incluye a los exjefes de las Farc Luciano Marín, mejor conocido como Iván Márquez y Seuxis Hernández alias Jesús Santrich; así como al general retirado Clíver Antonio Alcalá; al exjefe de la inteligencia venezolana, el general, Hugo Carvajal; y Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de encabezar una “conspiración de narcoterrorismo corrupta y violenta”.
En la acusación se lee: “Nicolás Maduro Moros, el acusado, ayudó a administrar y, en última instancia, liderar el Cártel de los Soles a medida que ganaba poder en Venezuela. Bajo el liderazgo de Maduro Moros y otros, el cártel de los Soles buscó no solo enriquecer a sus miembros y mejorar su poder, también para “inundar” a los Estados Unidos con cocaína e infligir efectos nocivos y adictivos de la droga en usuarios en este país (…)
“En varios momentos entre 1999 y 2020, Nicolás Maduro Moros, Diosdado Cabello Rondon, Hugo Armando Carvajal Barrios, alías “El Pollo”, y Cliver Antonio Alcalá Cordones, actuaron como líderes y gerentes del Cártel de Los Soles y la conspiración del narcoterrorismo con las FARC”, señala la acusación.
Al hacer el anuncio de la misma, el fiscal general William P. Barr, acompañado por el fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey S. Berman, y la fiscal federal del Distrito Sur de Florida, Ariana Fajardo Orshan, entre otros funcionarios de la División Criminal del Departamento de Justicia, la Administración de Control de Drogas, y de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidenses, el fiscal Barr subrayó que, ”el régimen venezolano, una vez dirigido por Nicolás Maduro Moros, sigue plagado de criminalidad y corrupción”.
Al asegurar que durante más de 20 años, Maduro y varios de sus colegas de alto rango supuestamente conspiraron con las FARC, causando que toneladas de cocaína ingresaran y devastaran las comunidades estadounidenses, el fiscal estadounidense sentenció el jueves que, “el anuncio de hoy se centra en erradicar la extensa corrupción dentro del gobierno venezolano, un sistema construido y controlado para enriquecer a aquellos en los niveles más altos del gobierno. Estados Unidos no permitirá que estos funcionarios venezolanos corruptos utilicen el sistema bancario estadounidense para trasladar sus ganancias ilícitas desde Sudamérica ni promover sus esquemas criminales”.