Acusado de crímenes nazis niega acción

30 de Noviembre de 2024

Acusado de crímenes nazis niega acción

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“No sé por qué estoy aquí. No tengo nada que ver; todo lo que se dijo es falso”, se limitó a decir el inculpado más longevo relacionado con el régimen

Josef Schütz, de 101 años, la persona más vieja acusada de crímenes nazis ante la justicia, negó que haya sido guardia de un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial, en el penúltimo día de su juicio.

Schutz, cuyo proceso comenzó en octubre, está siendo juzgado por complicidad” en el asesinato de tres mil 518 prisioneros cuando operaba, según la acusación, entre 1942 y 1945, en el campo de Sachsenhausen, en el norte de Berlín. La fiscalía pidió en mayo cinco años de prisión, de acuerdo con AFP.

“No sé por qué estoy aquí. Digo la verdad. No tengo nada que ver con la policía o el ejército, todo lo que se dijo es falso”, se limitó a decir el acusado, con la voz temblorosa.

Vestido con una camiseta gris y un pantalón de pijama, entró en la sala de audiencia del tribunal en Brandeburgo Havel, a 70 kilómetros al oeste de Berlín, en silla de ruedas.

Antes, había escuchado sin reaccionar el alegato de su abogado, que, sin sorpresa, pidió su absolución, refirió la agencia AFP.

“A los 101 años, se trata del acusado más viejo de la historia alemana, por lo que pido su absolución”, dijo Stefan Waterkamp. “No tenemos una foto de él con un uniforme de las SS” sino sólo “pistas” de su posible actividad en Sachsenhausen, afirmó.

“Ya en 1973, los investigadores tenían información sobre él, pero no lo procesaron. En su momento se pudo escuchar a los testigos, pero ahora están todos muertos o no pueden hablar”, añadió.

“El peligro de este tribunal sería tratar de corregir los errores de la generación precedente de jueces”, aseguró Waterkamp.

“Esta persona es muy mayor, no quiere recordar más. Es una forma de defensa. Pero eso no es muy grave porque para mí no es cuestión de poner a un centenario en prisión”, sostuvo Antoine Grumbach, de 80 años, cuyo padre, que participó en la resistencia en Francia, murió en Sachsenhausen.

“Lo más importante es que hayamos podido recoger y mostrar todos los documentos que prueban que Sachsenhausen era un campo de exterminio experimental: todos los métodos más crueles fueron inventados allí y luego exportados”, agregó.

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