Autoridades estadounidenses acusaron a Bryant Espinoza Aguilar, hijo del narcotraficante Rafael Caro Quintero, de haber servido de prestanombres para evitar el aseguramiento de una propiedad comprada con ganancias ilícitas por el exintegrante del cártel de Guadalajara, quien se encuentra prófugo.
De acuerdo con la denuncia, Espinoza Aguilar, ciudadano estadounidense de 30 años, transfirió la propiedad de su madre a su nombre y sobornó a un funcionario público para cambiar el nombre que aparece en los documentos del registro público y de esta manera, proteger dicha propiedad, ubicada en la Ciudad de México, de ser restringida como resultado de la designación de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).
Lo que representa una violación a la llamada “Ley Kingpin”, un esquema con el que el Departamento del Tesoro de EU que prohíbe a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones financieras con personas designadas por el gobierno estadounidense como narcotraficantes, con lo que se busca ubicar y perseguir a posibles prestanombres.
De acuerdo con Milenio, un testigo que busca una reducción de condena, el agente de la DEA (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés) que investiga el caso supo que la esposa de Caro Quintero utilizó a su propio hijo como prestanombres.
Rafael Caro Quintero estuvo preso en México desde 1985 hasta 2013, cuando salió de prisión por un fallo que luego fue revocado, y desde entonces permanece prófugo.