Al menos 19 países, incluidos Estados Unidos, Canadá y Costa Rica, acordaron el jueves cesar de financiar con dinero público proyectos de extracción de energías fósiles fuera de sus territorios para finales de 2022.
“Invertir en proyectos relacionados con la extracción continua de energía fósil implica crecientes riesgos, sociales y económicos”, explicó el comunicado, divulgado durante la COP26 de Glasgow.
En el comunicado conjunto, sin embargo, están ausentes grandes consumidores e inversores de combustibles fósiles como China, Japón o Corea del Sur.
La iniciativa, impulsada por Gran Bretaña, provocó la adhesión rápida de otros países.
“Tenemos que poner a la financiación pública del lado correcto de la historia”, declaró el viceministro de Negocios y Energía británico, Greg Hands.
La medida representa “la próxima frontera crítica que debemos cruzar si queremos mantener en pie +1,5 ºC”, indicó Hands, en alusión al límite del calentamiento del planeta adoptado como objetivo por la comunidad internacional en el Acuerdo de París sobre el clima.
Los denominados proyectos de energía de origen fósil continuos (petróleo, gas y carbón) son los que no incluyen medidas para absorber las emisiones de carbono que producen.
Una investigación reciente de la organización Oil Change International demostró que entre 2018 y 2020, los países industrializados del G20 invirtieron unos 188.000 millones de dólares en proyectos de extracción en el extranjero, principalmente a través de bancos de desarrollo multilaterales.
Estas instituciones no están cubiertas por este compromiso, que las organizaciones no gubernamentales recibieron con reservas.