La cuarta ola de contagios por coronavirus borró el verde del mapa epidemiológico del país, que tendría que iniciar la próxima semana con 13 estados en amarillo, 18 en naranja y uno en el máximo nivel de riesgo, esto según los líneamientos aún vigentes de la Secretaria de Salud (SSa) para calcular esta herramienta.
El mapa publicado por la SSa esta noche para la siguiente quincena muestra 21 estados en un color diferente al que deberían tener según el lineamiento aún vigente para el semáforo, y de estos sólo Quintana Roo eligió un nivel de riesgo más elevado a su puntaje, el resto se posicionó por debajo.
A diferencia de las estimaciones de CIMAT, el país arrancará la próxima semana con 12 estados en verde, 10 en amarillo, 9 en naranja y Aguascalientes en rojo, lo que representa uno de los mayores retrocesos en el monitoreo de riesgo de esta herramienta.
Estimaciones del Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT) reflejan la fuerza de este cuarto rebrote al colocar a 31 estados con una tendencia ascendente en el número de casos positivos por Covid-19 en la próxima semana, uno de los indicadores más importante para esta evaluación, y que podría cambiar en esta nueva metodología.
Mientras algunos estados adelantaron el cambio de color desde esta mañana, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum se resistió a informar sobre la situación del semáforo en la capital, y aseguró que “las autoridades federales estaban revisando el tema con la nueva metodología”.
Analistas de datos independientes advierten que el semáforo podría flexibilizarse más con la nueva metodología de la SSa, que coloca a la Ciudad de México en amarillo.
Sheinbaum también adelantó que la nueva metodología estaría enfocada en cambiar el valor de tres indicadores relacionados al aumento de casos, que hasta el momento tienen un peso de 10 puntos porcentuales cada uno, y que podrían rebajarse debido al alto número de contagios de Ómicron.
La jefa de gobierno insistió que las características de la metodología actual no corresponden a la situación de riesgo real para cada entidad, por lo que habría que adaptar esta herramienta para que se agreguen nuevos indicadores como la cobertura de vacunación o la prevalencia de hospitalización en cada entidad.
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