“¡Qué vergüenza!”, gritó Adèle Haenel, la primera actriz francesa de renombre que denunció haber sido víctima de abuso sexual en la industria del cine, en señal de protesta a que se galardonó a Polanski.
La declaración de la francesa se dio luego de que el cineasta Roman Polanski se alzara con tres estatuillas en los premios César (los Oscar franceses) por su película más reciente “El oficial y el espía”.
Entre los premios que ganó la cinta está el de mejor director; y cuando se pronunció el nombre de Roman Polanski, Haenel se levantó de su butaca y gritó “¡Qué vergüenza!” y salió de la sala Pleyel de París, acto seguido una docena de actrices la siguieron.
Además, el colectivo feminista francés, NousToutes, también dijo en un comunicado que la victoria de Polanski fue “vergonzosa”.
El colectivo acusó que la Academia de los Césares había “escupido frente a las víctimas de actos pedófilos, frente a las víctimas de la violencia machista y, más ampliamente, frente a millones de mujeres en este país”.
Cabe señalar que Polanski está prófugo de la justicia luego de que se declaró culpable de tener relaciones sexuales con una niña de 13 años en los Estados Unidos en 1977, pero huyó antes de recibir sentencia. Sin embargo esa no es la única acusación en su contra Edith Fogelhut y Charlotte Lewis, también señalaron al director de drogarlas y abusar de ellas.
Incidentes con la policía
La lluvia de nominaciones al director de “El pianista” levantó en armas a las asociaciones feministas.
Centenares de manifestantes se concentraron horas antes de la ceremonia en la sala Pleyel coreando eslóganes como “Encarcelen a Polanski”.
Varias personas con bengalas de humo trataron de acercarse a la sala, protegida por policías y vallas metálicas. Los manifestantes que trataban de derribar las vallas fueron repelidos por los agentes.
Fuentes policiales indicaron que se detuvieron a dos miembros del colectivo Femen por “ultraje y rebelión”.
Polanski, de 86 años, anunció el jueves que renunciaba a asistir a la ceremonia.
“Lamento tomar esta decisión, la de no afrontar un tribunal de opinión autoproclamado”, dijo el director.
Su decisión fue secundada por el conjunto del equipo de la película, incluido su protagonista, el oscarizado actor Jean Dujardin.
El productor del filme Alain Goldman denunció el viernes la “escalada de declaraciones y de comportamientos inadecuados y violentos”, apuntando en particular al ministro de Cultura, Franck Riester.
Riester estimó que sería una “mala señal para la toma de conciencia” sobre la violencia sexista que Polanski obtuviera el César al mejor director, aunque no vio inconveniente en que se llevara el de mejor película.
La polémica en torno a Polanski habría contribuido a la dimisión en bloque este mes de la directiva de la Academia de los César, acusada en paralelo de gestión obsoleta, opacidad y falta de paridad. (Con información de AFP y CNN) NR
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