De los 32 estados de la República, en 19 se registró un descenso en la actividad industrial durante noviembre, lo que lo convierte en uno de los peores meses para el sector considerando el número de entidades que se deprimieron, muestran las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Como un termómetro, la contracción en la actividad industrial fue el anuncio anticipado de una fuerte caída en el empleo que se avecinaba para diciembre, en donde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer que las empresas despidieron a más de 300 mil personas que tenían un trabajo formal.
La actividad industrial es uno de los rubros que más empleo genera, siempre y cuando las condiciones económicas sean favorables, de lo contrario es también donde más trabajadores son despedidos.
Aunque ya pasaron dos meses (enero y febrero) tras el dato de empleo del IMSS, los despidos no han sido compensados, aún faltan 58 mil por reponer y además el déficit que se perdió en la tendencia de crecimiento suma unos 100 mil más.
En el tema de la actividad industrial, los retrocesos más pronunciados ocurrieron en Oaxaca (7.0 %), Hidalgo (4.4 %), Tamaulipas (3.6 %) y Jalisco (3.4 %), frente a las cifras de octubre.
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Gran parte de la actividad industrial del país está ligada a la exportación, y sin duda, la desaceleración en indicadores clave de consumo en Estados Unidos (principal consumidor de las exportaciones mexicanas) traslada ese efecto a las cadenas productivas del país. Pero además, se tiene una importante caída en el valor monetario de las remesas, las que han funcionado tras la crisis sanitaria como combustible del consumo interno, lo que resulta en una contracción en la demanda de bienes industrializados.
Aunque las remesas siguen creciendo, el efecto de apreciación cambiaria del peso resulta en menos pesos para gastar dentro de la economía mexicana. Por ejemplo, una persona que recibió mil dólares en diciembre pasado, los canjeaba por cerca de 19 mil 500 pesos, pero ahora, esa misma cantidad de dólares vale 18 mil pesos, lo que significa una pérdida cambiaria de 7.7 por ciento.
Pero además se debe sumar el daño inflacionario que está deteriorando los ingresos de todas las familias. Estos factores explican por qué la industria está mostrando signos de debilidad por menor demanda, aunque la fragilidad también se ve reflejada en una menor productividad.
El martes, el Inegi dio a conocer que la productividad laboral ha decaído en el sector de la manufactura, rubro que se ubica en la actividad industrial.
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