“La burra no era arisca, pero la hicieron”, dijo Carlos Fernando Matute González para explicar el ambiente de confrontación que se ha dado entre una parte importante del gremio médico y las autoridades de salud, con motivo de la intención de la Secretaría de Salud federal de cancelar 34 Normas Oficiales Mexicanas (NOMs).
En un foro convocado por las academias Nacional de Medicina de Cirugía y la Barra Mexicana de Abogados, Matute, quien es doctor en Derecho y catedrático de diversas instituciones, dijo que el ambiente de confrontación se ha dado en los últimos años por el desprecio con que las autoridades han tratado al gremio.
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La confrontación se agudizó con el tema de las NOMs pues el subsecretario de prevención y promoción de la salud, Hugo López-Gatell, “en vez de aclarar cuál es el proceso para la cancelación de una norma y que estaba apenas en el inicio del mismo, sale a la defensiva y sale a acusar a las distintas organizaciones como defensoras de intereses comerciales sin que se haya abierto siquiera el proceso formal de revisión de la cancelación”, dijo el especialista en derecho en temas de administración pública.
Por su parte, la coordinadora de la reunión, Mariana Mureddu Gilabert, también doctora en Derecho, tomó la palabra para destacar que lo preocupante del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el viernes 2 de junio es que “no existe una sola fundamentación, ni una sola motivación para decir por qué se van a cancelar”.
34 normas oficiales serán canceladas por autoridades de salud.
Mureddu explicó que “todos los actos de autoridad tienen que estar fundados y motivados” y que este es un requisito que “todas las autoridades tienen que cumplir con fundamento en el artículo 16 constitucional”.
“Nosotros tuvimos la oportunidad de elaborar muchísimas de las normas”, dijo José Ángel Córdova Villalobos, quien fuera secretario de Salud de 2006 a 2009, y agregó que muchos de sus colegas no “tienen idea del trabajo que esto representa, de la cantidad de personas que participan y particularmente la gente interesada, los grupos de defensa los pacientes…”
También destacó la investigación bibliográfica y de comparación con las prácticas internacionales que tiene cada NOM. “La verdad es que es un despropósito de un plumazo querer desaparecer todo ese trabajo que se ha hecho”, puntualizó.
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