Académicos: ley de ciencia “carece de legitimidad”
Por haber sido hecha “a espaldas de la comunidad” y aprobada en un proceso legislativo irregular, la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación “carece de la legitimidad”, señala la agrupación ProCienciaMX
De acuerdo con integrantes de la comunidad académica, la ya aprobada Ley en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación “carece de la legitimidad”, por la forma apresurada, opaca y presuntamente ilegal en que fue aprobada por el Senado en la madrugada del 29 de abril; por ser centralista, discriminatoria y autoritaria, y porque genera dos importantes vacíos legales.
En un comunicado, la agrupación ProCienciaMx, además de reiterar las principales críticas que se han hecho desde hace meses a la iniciativa aprobada, señala errores en el procedimiento para su aprobación en el Senado y concluye que “carece de la legitimidad que podría haberle aportado un proceso abierto y transparente”.
Brenda Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, comentó en la mañana en un foro organizado por la Universidad Autónoma de Querétaro, que “hay dos aspectos fundamentales que van a ser gravísimos y que no tenemos todavía idea de cómo van a impactar”.
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Por un lado, haberle conferido a la junta directiva del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) “las facultades para ser el máximo órgano de decisión de la ciencia en México”, genera irregularidades jurídico-administrativas, pues al ser ésta una ley general debería distribuir competencias y contemplar a todos los órdenes de gobierno, pero en la junta de gobierno sólo está el gobierno federal, que no tiene por qué recibir órdenes de otros órdenes de gobierno.
Por otro, la nueva ley abroga la Ley de Ciencia y Tecnología que se publicó en 2002 y la Ley Orgánica del Conacyt, por lo que este desaparecerá y dará lugar al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, lo que implica que todos los contratos y convenios que firmó el Conacyt tienen que ser reescritos y restablecidos por la nueva entidad.
Mientras tanto, los pagos y otras acciones quedarán suspendidas, pues el nuevo Consejo no puede seguir operando con la personalidad jurídica del antiguo.
“Todo eso está perfectamente opaco, confuso, es un tema que no se toca y la directora del Conacyt no ha salido a decirnos cómo le van a hacer para esta transición”, dice Valderrama.
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