Morena pasó de las descalificaciones a la unidad. Siguiendo el orden de la Reunión Plenaria en la Cámara de Diputados, las tres “corcholatas” del presidente Andrés Manuel López Obrador asistieron a la Antigua Casona de Xicoténcatl para reunirse con los senadores, incluyendo a otro de los aspirantes, Ricardo Monreal.
No hubo mariachis, ni festejos; en su lugar, llegaron los abrazos y los flashes de las cámaras para captar las demostraciones de compañerismo entre Monreal, coordinador de Morena en el Senado de la República, y Adán Augusto López, secretario de Gobernación; Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno; y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
“Vamos a trabajar todos en unidad, en cohesión, por la victoria (...) cuente con nosotros para caminar territorio, para convencer, para platicar, en apego estricto a la legalidad y a la Constitución”, enfatizó Monreal, y así inició un llamado de los cuatro aspirantes a la candidatura presidencial hacia 2024.
El secretario de Gobernación fue el primero, pero sólo utilizó escasos minutos para hablar del tema legislativo; pero antes de finalizar su discurso retomó el llamado de Monreal Ávila.
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“Yo les quiero reconocer, ya soplan nuevos vientos aquí en el grupo parlamentario, vientos de unidad (...) Se asoma ya una batalla que no va a ser fácil, que no debemos confiarnos. Creo que vamos a salir bien si estamos unidos”.
Claudia Sheinbaum caminó junto a Monreal por más de 10 minutos; deteniéndose a cada paso para tomarse “selfies”, para repartir abrazos y saludos a los senadores de Morena, flanqueada también por Alejandro Armenta, presidente de la Mesa Directiva.
“Por un lado hay un proyecto que representa el odio, el privilegio, la desigualdad, la avaricia, la antidemocracia; y por otro lado un proyecto por el que siempre luchamos y que encabeza la honestidad, la fraternidad, la solidaridad, la democracia y la lucha en contra de las grandes desigualdades sociales”, inició la exdelegada de Tlalpan.
Ese proyecto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador – enfatizó Sheinbaum – “es algo que debe seguirnos uniendo”.
La última de las “corcholatas” en desfilar fue el canciller Marcelo Ebrard, quien arrancó su participación resaltando la buena relación entre México, Estados Unidos y Canadá.
El trasiego de drogas, inversión, migración y una moneda “estable y referente mundial”, fueron otros de los temas abordados por el canciller.
“Claro que tenemos que estar orgullosos de dónde estamos, de la Cuarta Transformación en la que participamos, de nuestro país y de nuestro Presidente”, así concluyó Ebrard, aunque no hubo levantamiento de brazo para él.
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