El expresidente municipal de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca Velázquez, a quien la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa señala, junto a líderes de Guerreros Unidos, de haber ordenado el ataque en contra de los estudiantes normalistas el 26 de septiembre de 2014, era considerado uno de los “objetivos prioritarios” de las autoridades antes de la llamada noche de Iguala.
Un documento del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), hoy Centro Nacional de Inteligencia, con fecha del 6 de agosto de 2014 en Guerrero, titulado Objetivos de Atención Especial da cuenta de una serie de nombres de personas, señalados como “objetivos” relacionados con la delincuencia organizada, acciones subversivas, organizaciones sociales, así como autoridades.
Según el informe en poder de este diario, José Luis Abarca se encuentra en la lista de “autoridades” donde se incluyen 12 expresidentes municipales en Guerrero y dos exlegisladores locales con vínculos con organizaciones criminales como Los Ardillos, Los Rojos, la Familia Michoacana, los Caballeros Templarios, una fracción criminal conocida como Granados Beltrán-Leyva, así como cuatro exalcaldes ligados con los Guerreros Unidos, entre los cuales está Abarca Velázquez.
Al respecto, entrevistado por el periodista Raymundo Riva Palacio, el exfiscal de Guerrero Iñaki Blanco Cabrera reiteró que “teníamos una investigación contra los Guerreros Unidos y muy especialmente contra José Luis Abarca; por supuesto que estábamos trabajando”, refirió el exfuncionario el lunes pasado en el noticiero de Estrictamente Personal.
Aunque Abarca ya había sido señalado por ser quien ordenó el ataque contra los jóvenes según la versión del gobierno anterior, esta mañana Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Gobernación y presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, explicó la causa por la que tanto Abarca Velázquez como Guerreros Unidos amenazaron a los normalistas para que no regresaran a Iguala o “se iban a atener a las consecuencias”, el cual se trató de la desaparición y asesinato del líder social, Arturo Hernández Cardona, ocurrido el 3 de junio de 2013.
Alumnos de la normal de Ayotzinapa y organizaciones sociales que apoyan el movimiento realizaron este viernes una manifestación en Chilpancingo.