Ha pasado un año desde el llamado “Jueves Negro”, de cuando la detención de Ovidio Guzmán activó la violencia en Culiacán, Sinaloa, y lo que causó que el gobierno federal decidiera liberarlo.
Hasta ahora, “El Ratón”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, que es identificado como uno de los principales exportadores de fentanilo y metanfetaminas a Estados Unidos, continúa libre y sin alguna orden de aprehensión en su contra en México.
De las carpetas de investigación que la Fiscalía General de la República (FGR) mantiene abiertas contra el hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud, ninguna ha sido judicializada.
Contra Guzmán López solo existe una orden de detención con fines de extradición, que solicitó el gobierno de Estados Unidos, acción que se implementó el pasado 17 de octubre de 2019 y que dejó ocho muerto en Culiacán, pero que fracasó.