A un año de que comenzara a aplicar la Jornada Nacional de Sana Distancia, periodo de mayor confinamiento en México y que se prolongó hasta el 30 de mayo de 2020, el 86% de las acciones de gobierno para contener la pandemia son laxas u opcionales, mientras que sólo 14% han sido estrictas u obligatorias.
De acuerdo con la plataforma Our World in Data, que mide 15 acciones gubernamentales para garantizar el distanciamiento social y amortiguar los efectos de la emergencia sanitaria, en estos momentos México sólo aplica dos medidas con rigor: cierre de escuelas en todos los niveles y una campaña de información coordinada entre los diversos niveles de gobierno.
En contraste, siete medidas han sido laxas o dejadas a criterio de las personas: reuniones públicas, quedarse en casa, viajes internacionales, pruebas anticovid, apoyos económicos al salario, desplazamientos internos y rastreo de contactos.
Salvo en las fiestas decembrinas, cuando hubo un exhorto explícito del presidente Andrés Manuel López Obrador a no celebrar posadas ni aglomerarse en casa, las reuniones familiares y sociales han sido dejadas a criterio de las personas, sin prohibiciones ni sanciones.
Esta respuesta gubernamental que sólo se ha dado en Bielorrusia, Laos, Yemen y Siria, pues la inmensa mayoría de las autoridades sí prohibieron las reuniones y en algunos casos hasta se aplicaron multas o hubo allanamientos para dispersarlas. En América, sólo México y Paraguay fueron permisivos.
El quédate en casa también fue laxo en México, según los datos de Our World In Data. Mientras que toda Europa, la mayoría de los países sudamericanos, todas las naciones del sureste asiático, la península arábiga, Canadá e India actualmente es obligatorio no salir de casa —con excepciones para hacer ejercicio diario, las compras de comestibles y los viajes “esenciales”— en nuestro país no hay penalizaciones y se deja al criterio de los ciudadanos.
Las seis medidas que en México se aplican con rigor intermedio son las acciones de contención en materia de salud, cierre de lugares de trabajo, cancelación de eventos públicos, reducción de volumen en el transporte público, alivio a la deuda de empresas y ciudadanos, y uso de mascarillas.
En general, de acuerdo con Our World in Data, en estos momentos el índice de rigurosidad del gobierno mexicano es de entre 40 y 50 puntos, en una escala de 0 a 100, donde 100 es lo más estricto. El puntaje mexicano es uno de los tres más bajos en América, sólo superado por Bolivia (10 a 20) y similar al de Paraguay y Groenlandia (40-50). El resto de los países tienen puntajes más elevados de rigor.