En lo que muchos consideran “un experimento” y otros anticipan un fracaso, El Salvador se convirtió en la primera nación del mundo en aceptar el uso del bitcoin como una moneda legal para estimular su economía.
›Los salvadoreños que quieran usar la criptomoneda —que equivale a cerca de 940 mil pesos mexicanos— pueden hacerlo a través de la billetera electrónica “Chivo” (disponible en smartphones) o en alguno de los 200 cajeros especiales que se instalaron. Para incentivar aún más su uso, se obsequiaron 30 dólares en bitcoins a los interesados en usar la app.
Y aunque el gobierno de ese país tomó medidas al comprar sus primeras 400 monedas a un valor de mercado de 21 millones de dólares, la primera jornada transcurrió con la caída del sistema. “Por unos momentos no funcionará @chivowallet, la hemos desconectado mientras aumentamos la capacidad de los servidores de captación de imágenes”, aclaró Bukele desde Twitter.
La aparente demanda también llegó acompañada de quejas e inseguridad sobre su uso. La palabra “Chivo” que se entiende como algo muy bueno en el lenguaje salvadoreño fue una de las principales protagonistas de los inconformes. En redes sociales se puso en tendencia el hashtag #NoesChivo para señalar la volatilidad de la moneda, que a pocas horas después de su implementación, registró una de sus peores caídas perdiendo 5 mil dólares en cuestión de minutos. Otros usuarios acusaron que el monto inicial de regalo no está completo, por lo que cada persona interesada en comercializar con bitcoins tendría que desembolsar recursos propios.
En las próximas semanas, todos los comercios deben tener las herramientas para aceptar la moneda, aunque se ha aclarado que su uso no será obligatorio. Quien así lo desee, puede transformar la criptomoneda en su equivalente en dólares. “Si no quieren usarlo, no tienen que hacerlo. Es sólo un valor agregado”, precisó Mike, uno de los pioneros del bitcoin en el país a AFP, y quien fue de los primeros en usar el sistema Chivo. “Ahora pueden hacer pagos en línea, enviar o recibir dinero con miembros de su familia incluso a cientos de millas de distancia y pueden hacer todo esto con tarifas muy bajas o casi inexistentes”, aseguró.