En Estados Unidos, país considerado potencia de primer mundo, se ha dado el caso de una polémica propuesta que de aprobarse impactaría de una manera peculiar a su sistema carcelario.
Como si se tratara de una distopía creada en las entrañas de Hollywood, se lanzó un proyecto de ley en el estado de Massachusetts que permitiría donar órganos a cambio de beneficios en las condenas de los presos.
La propuesta es que los presos donen órganos y médula ósea para reducir sus sentencias podría entrar en conflicto con la ley federal, que prohíbe la compra o venta de órganos humanos o intercambiarlos por una “contraprestación valiosa”.
Sin contar que la propuesta en sí misma plantean profundas dudas éticas y legales sobre la presión que recibirían los presos para conseguir la libertad. Por ese motivo, el proyecto enfrenta una dura batalla en la Cámara de Representantes del estado.
Por otro lado, se pone en el foco a las prisiones, pues se debe revisar la manera en que cuidan la salud de los internos, algo a lo que posiblemente no estén dispuestos a mejorar los contribuyentes.
Ética deshumanizante
Los críticos de la iniciativa argumentan que es un trato coercitivo y deshumanizante, pese a que los promotores la vindican como una respuesta al encarcelamiento excesivo de personas de ascendencia hispana y negra.
“El proyecto de ley parece sacado de una novela distópica”, dijo Kevin Ring, presidente de Familias Contra Sentencias Mínimas Obligatorias, un grupo con sede en Washington, DC que aboga por una reforma al sistema de justicia penal citado por San Diego Tribune.
“Promover la donación de órganos es bueno. Reducir las penas de prisión excesivas también es bueno. Juntar ambas es perverso”, apuntó.
El proyecto implica la creación de un Programa de Donación de Médula Ósea y Órganos dentro del Departamento de Correccionales del estado para permitir una reducción en su sentencia de entre 60 días y un año con la condición de que hayan donado médula ósea u órganos.
¿quiénes recibirían los órganos? ¿Quiénes pueden pagar un seguro médico, ricos principalmente, son los principales beneficiados? ¿La calidad de vida de los presos que ocupen el programa está garantizada tras la sustracción del órgano? ¿Qué candado e le puede poner al programa para evitar abusos? Estas con algunas preguntas de los detractores de la iniciativa. DJ
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