Por cinco meses el gobierno subsidió los combustibles al 100% en el pago del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS), además de que aplicó una subvención adicional, la cual eliminó la semana pasada para la premium, y ahora esto se aplica para la gasolina Magna.
A partir de este sábado (13 de agosto), la Secretaría de Hacienda retirará el subsidio complementario a la gasolina Magna, por lo que los usuarios deberán pagar una parte del IEPS.
Por cada litro que se adquiere, desde mañana y hasta el próximo viernes se pagarán 32 centavos en la regular o Magna.
Asimismo, el pago de IEPS para la Premium o de alto octanaje se aumentó de 36 centavos —que ya se pagan hasta este viernes— a una cuota de 1.28 pesos, siendo el combustible que menos apoyo gubernamental tiene de los tres que se usan para los automóviles.
La gasolina regular llegó a tener una subvención complementaria de 7.9893 pesos y junto con el IEPS sumó un subsidio de 12.6268 pesos por litro, ayuda que estuvo presente en la semana del 18 al 24 de junio, para después comenzar a descender gradualmente el subsidio adicional hasta esta próxima semana que ya no existirá.
El Diésel será el único combustible automotriz que tendrá el estímulo económico del 100% en IEPS para la siguiente semana, y además aún conserva 86 centavos del estímulo complementario, por lo que tendrá un subsidio total de 6.8953 por cada litro.
En una de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer los precios promedio semanales, los cuales registraron récord de 22.07, 24.02 y 23.40 pesos por litro, para la Magna, Premium y Diésel, respectivamente.
La decisión de retirar las subvenciones da a entender que el gobierno no detendrá el aumento en las gasolinas, aunque sí lo mantendrá por debajo del ascenso inflacionario general para no incumplir su promesa presidencial de que no subirían más que la inflación.
Según el gobierno, la inflación se ha contenido un 2.6% anual gracias a los subsidios que se aplicaron en los combustibles automotrices, es decir que sin ellos, se hubiera alcanzado una inflación cercana al 11 por ciento.
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