La producción de anticuerpos contra el coronavirus SARS-CoV-2 puede aumentar hasta nueve veces si se deja pasar más tiempo entre las vacunas, concluye un análisis de las muestras de sangre de casi seis mil trabajadores de la salud de Reino Unido.
Aquellas personas, especialmente si eran jóvenes que recibieron la segunda dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech 10 o más semanas después de la primera, tuvieron nueve veces más anticuerpos que quienes se aplicaron la segunda dosis entre dos y cuatro semanas después de la primera.
Además, los datos del estudio SIREN (por la sigla en inglés para Infección y Reinfección por SARS-CoV-2 y Evaluación), permitieron comprobar que haber padecido la infección y recibido la vacuna confiere la mejor inmunidad; pues, después de la primera dosis de vacuna, quienes habían sido infectados previamente tenían niveles de anticuerpos hasta 10 veces más altos que quienes no, pero la segunda dosis sólo duplicó los niveles de anticuerpos.
Quienes habían tenido infección del SARS-CoV-2 previa, el intervalo de dosificación no tuvo efecto sobre los niveles de anticuerpos; aunque se observó que un intervalo entre la infección y la vacunación fue relevante: mientras más largo fuera, más altos niveles de anticuerpos se detectaron.
Si bien no está aún demostrado que estas mayores cantidades de anticuerpos den mejor protección, Ashley Otter, de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido y líder del estudio, dice que el estudio “respalda firmemente” la decisión del gobierno del Reino Unido de alargar el intervalo entre las dosis de la vacuna.
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