«Millennials, una generación que no consume los medios tradicionales»
@RevistaDinero, 12/05/15
Horas antes de iniciar el fin de semana alargado por la celebración del Día del Trabajo, platicaba con un amigo sobre la situación del país. Hablamos de aspectos políticos, económicos, chismes de las “altas esferas”, confidencias y otras divagaciones. Ninguna originalidad. Seguramente esta conversación se tenía en muchos otros espacios. Tal vez en esas otras pláticas también se repitió, con cierta pesadumbre, la pregunta: ¿lograremos darle la vuelta a este clima de inestabilidad, escándalos, incertidumbres?
En más de alguna ocasión, especialmente al atestiguar con esperanza el aumento de la actividad de miles de mexicanos en las redes sociales y la relevancia que han cobrado organizaciones civiles, imagino que dentro de algunos años reflexionaremos sobre estos días y los evaluaremos como un tiempo decisivo, histórico, el punto de inflexión en la trayectoria negativa de México hacia estadios más prósperos.
Precisamente cuando empieza a brillar la mirada con las ilusiones de una sociedad que construye un mejor país, aparecen en escena algunas costosas, estériles, contaminantes y hasta poco creativas campañas electorales; entonces explotan los bloqueos en Jalisco; el narco, con poderosas armas, parecería mejor organizado que la seguridad pública; nuevos escándalos de corrupción y pillaje salen a luz; las estadísticas sobre desigualdad nos despiertan de la ensoñación y, para rematar la tristeza del ensombrecido horizonte, hasta un edil cínico y prendado de la fama aparece bailando y besando a una jovencita.
La intención no es ponerse trágico. Varias veces lo he dicho. Las dificultades actuales son una gran oportunidad para abrir los ojos y poner los medios que permitan colocar a nuestro país en el sendero correcto. Más allá de las malas noticias, estoy convencido de la conformación de una nueva sociedad que se encuentra como relevo en la antesala de la conducción del país, un grupo de mayor y más profunda formación cívica. En esta ciudadanía renovada es oportuno pensar cómo le haremos, cada quién, para estar a la altura de las circunstancias. Millennials: fortalecidos en nuestra identidad
No sé si lograremos darle vuelta al complejo panorama nacional, pero estoy convencido que podemos. Conseguirlo implica replanteamientos fundamentales y encaminarnos hacia metas de mayor altruismo. Por encima del “yo” y el “mi”, nuestro lenguaje vital debe hacer suyos el resto de los pronombres: tu, él/ella, nosotros, ustedes, ellos/ellas, con acento en un “nosotros” de tamaño universal.
Los “Millennials”, aquellas personas nacidas entre 1980 y 1995, somos esenciales para transformar el entorno. El reto es inevitable, entre otras razones, porque actualmente somos el grupo que, con posibilidades de incidir, más tiempo pasaremos en este planeta. También, porque en muchos países ya somos el segmento poblacional más numeroso.
Para que el millennial tenga una participación más decidida y efectiva, es necesario —entre otras muchas ideas, pues estos son apenas algunos apuntes— fortalecernos e impulsarnos en las características que definen esta generación. El valor concedido a la comunidad, a la familia, a la creatividad en el trabajo, la preocupación por la salud propia y la del ambiente, el interés por la equidad entre hombre y mujer, son características que perfilan a los millennials. Se trata de elementos muy positivos en la construcción de una mejor sociedad.
Un segundo paso exige la conciencia crítica para advertir aquellas áreas que debemos evolucionar o cambiar de fondo. Me explico con mayor amplitud en el siguiente ejemplo. Los millennials llegamos al mundo acostumbrados al uso de la tecnología. A nuestros padres los asombró el fax, y hoy cualquier niño de dos años juega con soltura en una tablet de mil y un funciones más. El reto: conseguir que los medios tecnológicos sean una plataforma de información, espacio de expresión y de organización social, instrumentos que faciliten nuestra vida para ser mejores seres humanos y no para permanecer conectados a los dispositivos móviles y aislados de nuestro entorno, empezando por el inmediato. ¡Pregunte a una familia cuyos miembros conversan con amigos del otro lado del mundo, y no entre ellos!
¿Expresé con claridad a qué me refiero con fortalecernos apalancados en las características del contexto millennial y, simultáneamente, con la conciencia crítica para prevenir posibles vicios del mismo perfil? Aquí están otras fortalezas y sus correspondientes áreas de oportunidad. Esta generación aprecia la libertad… y hemos de comprender que tiene un costo diariamente pagado con responsabilidad; es la generación con más títulos universitarios… y debemos saber que buena parte de la formación no está en los títulos sino en el operar diario, prudente, de la vida; preferimos la innovación a la adaptación…sin dejar de lado la importancia de la resistencia y la perseverancia; disfrutamos viajar y conocer el mundo… recordando que el viaje de mayor trascendencia es hacia el centro de cada quien.
Para Andrés, lector del pasado, esperanza presente.