De interés
Saqueo en Reservas. La metástasis de Veracruz Parte 1 Desvíos en Salud: 9 niños muertos. Parte 2 El Olimpo de Duarte. Parte 3 Los damnificados de Duarte. Parte 4
Un niño perdió la vida y otra está delicada de salud por no recibir un trasplante de médula ósea. El presupuesto ya estaba aprobado, pero la gente de Javier Duarte se encargó de desviar los recursos
Veracruz, Ver.- Los niños con cáncer se aferran más fuerte a la vida, pero necesitan tratamiento para sobrevivir. En dos casas, una en Perote y otra en Atzalan, hay veladoras, ramilletes de flores e imágenes religiosas donde se reza por los niños. Unidas ambas por la no aplicación de un programa de trasplante de médula ósea durante la administración de Javier Duarte.
Durante 2014 la Secretaría de Salud de Veracruz aprobó el uso de 9 millones 560 mil 536 pesos con 76 centavos para tres trasplantes de médula ósea como parte del programa “Salud para todos los veracruzanos” y el seguro de Gastos Catastróficos del Seguro Popular. El dinero fue aprobado el 9 de abril de ese año, por el entonces secretario de Salud Juan Antonio Nemi Dib.
Se trataba de un trasplante de médula ósea autólogo (que recupera las células madre del cuerpo) y dos alogénicos (con células madre de un donante). Tres niños serían beneficiarios del programa y destinaron 450 mil pesos para la contratación del médico Eugenio Vázquez Meraz, especialista en trasplante de médula ósea, que supervisaría el cronograma de tratamientos como indica el oficio DA/SRF/2603/2014 al que ejecentral tuvo acceso.
›Los niños fueron elegidos como beneficiarios e iban a ser atendidos según la gravedad del padecimiento. Gerardo Martínez Martínez, Brenda Guadalupe Machuca Montiel y Bernabé Martínez Muñoz fueron escogidos.
El 30 de julio de 2014 el contador Víctor Estudillo Ríos, subdirector de Recursos Financieros, informó al doctor Raúl Guzmán, director del Centro Estatal de Cancerología (Cecan) “Miguel Dorantes Mesa”, que existía suficiencia presupuestal según señalan los documentos SSE/D-04881/2014 y RPAI 103T/00003A/2014.
Gerardo Martínez fue atendido y dado de alta el sábado 16 de agosto de 2014, era entonces el cuarto y último trasplante de médula ósea del sexenio de Javier Duarte.
Exfuncionarios consultados por este medio respondieron que por cada trasplante se gastaban tres millones de pesos; es decir, quedaron pendientes seis millones de pesos de la partida original.
Matar esperanzas
Amalia Muñoz y José Bernabé Martínez recuerdan todos los días a su hijo fallecido. En su casa de Atzalan, en plena sierra de Chiconquiaco, hay juguetes, fotos, veladoras y santos a los que le rezan.
Bernabé estaba programado para noviembre de 2014. Su trasplante se retrasó por la descompostura de la Cámara de Trasplante, ya no le dieron seguimiento a la validación del aire que tiene que ser purificado.
“En menos de un año vendimos tierras y animales que en suma nos dio 450 mil pesos, viera usted: vendí mis terrenos, mis coches, caballos y becerros (…) logramos encontrar un lugar para rentar en Xalapa y descansar cuando no podíamos quedarnos en el hospital”, dice José Bernabé que se quedó con una deuda de 15 mil pesos por gastos funerarios.
Para Amalia es difícil platicar, a principios de “noviembre se nos acercaron y nos dijeron: ‘mejor ni le muevan, porque no hay mucho que hacer. Ya no hay recursos y si le aplicamos una última quimioterapia puede irse a terapia intensiva, caer en coma o morir’”.
El canto libre de las aves en la sierra y el sonido del río Alseseca, que corre al pie de su casa, no relaja a los Martínez Muñoz, están preocupados por la lámina de cartón de la cocina que está a punto de caer. Bernabé supo de su diagnóstico el 19 de noviembre, dos días antes de que cumpliera 15 años. Pidió su alta para “hacer lo que quiera (…) total me voy a morir”. Con su familia, pasó la Navidad y el inicio de 2015 en Puebla; el 4 de enero regresó totalmente debilitado al Cecan.
“Falleció el 10 de enero de 2015. Pero sus esperanzas se habían muerto desde finales de octubre, ya no era gritón y alegre”, se lamenta Amalia.
Era el único hijo de ese matrimonio que ahora ahorra dinero para terminar de pagar la deuda y tener un poco que comer.
La niña que casi mata Veracruz
Los padres de Brenda Guadalupe abrigan a su hija “que se salvó como milagro de la virgen de Guadalupe (…) si se nos enferma de gripa nos la pueden internar”.
La familia Machuca Montiel vive en la congregación de San Antonio Tenextepec, municipio de Perote. Un pueblo donde el reseco frío quema la piel del rostro y la sonrosa.
Mario Machuca y María Montiel son creyentes, aunque también reconocen la labor “de los médicos que no tienen recursos y hacen todo por los niños”; su hija Guadalupe fue diagnosticada con Linfoma No Hodgkin en noviembre de 2013.
El dato
La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de algunos huesos, como la cadera y el fémur. Contiene células inmaduras llamadas células madre, las cuales pueden desarrollarse hasta ser glóbulos rojos que transportan oxígeno al cuerpo, glóbulos blancos que combaten las infecciones, y plaquetas que ayudan a la coagulación de la sangre.
“Nosotros la llevamos al particular para que le operaran una bolita que dijeron era sangre molida (…) en el Cecan nos dijeron que era linfoma y no la dejaron salir hasta febrero de 2013”, dice María mientras atiende a sus otros dos hijos, Rafael de dos años y Carlos, de 10.
La familia visitó tres veces el Instituto Nacional de Pediatría en la Ciudad de México. Fue en la consulta de octubre de 2014 cuando los médicos determinaron que ella podría sobrevivir con un tratamiento de quimioterapia sola.
El trasplante de Médula Ósea fue cancelado.
“Pues ya nosotros nos atuvimos a lo que nos dijeron los doctores. A Lupita ya le habían puesto nueve inyecciones de metrotexato y reiniciamos con las quimios (…) nosotros no vimos un pesos de esos 9 millones”, enfatiza la mamá de Lupita.
Los padres, al ver las cantidades se sorprenden: “¿Dónde está todo ese dinero? Si nosotros para atender a la niña vendimos cinco hectáreas de terrenos, una camioneta, pagamos a 50 personas para donar plaquetas y sangre que nos cobraban mínimo 500 pesos. ¿Quién se quedó con ese dinero?”.
ejecentral consultó a los dos secretarios de Salud involucrados. Sólo se tuvo respuesta de Juan Antonio Nemi Dib. Fernando Benítez Obeso fue buscado vía telefónica y por WhatsApp, pidió una llamada la mañana del 10 de mayo que nunca respondió.
“Yo encontré este programa echado a andar cuando llegué a la Secretaría en 2013. Era mucho más barato en hospitales privados, pero la decisión no era mía (…) Yo presupuesté más de 9 millones y estaba disponible en cuentas. Cuando me fui, el 2 de octubre de 2014, dejé en cuentas de Sesver y Seguro Popular 3 mil 313 millones de pesos líquidos. Había dinero”, respondió Nemi Dib.
Benítez Obeso fue cuestionado en su administración sobre la suspensión del programa de trasplantes y sobre las muertes de niños y jóvenes dentro del Cecan.
“Lo desmiento porque sabemos que se mueren, no tres, se mueren miles a nivel nacional y a nivel mundial, todos tenemos un límite, a todos la vida nos da horas y cierto tiempo”, respondió Benítez a la prensa de Veracruz.
La pregunta principal de los padres es “¿Por qué no nos apoyaron? ¿Por qué si había tanto dinero?”; cada familia trabaja para pagar sus deudas y cada una asimila su realidad.
Yo encontré este programa echado a andar cuando llegué a la secretaría en 2013. Yo presupuesté más de nueve millones y estaba disponible en cuentas. Había dinero.”
Juan Antonio Nemi Dib
Exsecretario de Salud de Veracruz