En lo que se podría llamar un “metaanálisis de metaanálisis”, un grupo de expertos recomienda reducir el consumo de azúcares añadidos a unas seis cucharaditas al día y limitar las bebidas azucaradas a menos de una ración a la semana para mantenerse dentro de límites saludables.
La revisión exhaustiva de la evidencia que hizo el equipo de investigación con sede en China y Estados Unidos incluyó 73 metanálisis (67 de estudios observacionales y seis de ensayos controlados aleatorios) de 8 mil 601 artículos que cubren 83 resultados de salud en adultos y niños en los que evaluaron la calidad de la evidencia, los posibles sesgos y la validez de cada uno de los estudios.
Entre los resultados de la revisión, que se publica hoy en The British Medical Journal (conocido como The BMJ), se encontró que el consumo de azúcar está asociado a 45 problemas de salud, entre los que están incluidos el asma, la diabetes, la obesidad, diversas enfermedades cardiacas, la depresión, algunos tipos de cáncer, e incluso la muerte.
Los investigadores reconocen que la evidencia existente es principalmente observacional y de baja calidad, y enfatizan que la evidencia de una asociación entre el consumo de azúcar en la dieta y el desarrollo de cáncer sigue siendo limitada, pero justifica una mayor investigación.
Por otra parte, en las investigaciones revisadas no hubo evidencia confiable que mostrara asociaciones beneficiosas entre el consumo de azúcar en la dieta y cualquier resultado de salud.
De esta manera, combinando los hallazgos de la revisión con las guías de la Organización Mundial de la Salud, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer, sugieren reducir el consumo de azúcares libres o azúcares agregados a menos de 25 gramos (unas seis cucharaditas), y menos de una porción de alrededor de 200 a 355 mililitros de bebidas azucaradas o refrescos por semana.
También señalan que para cambiar los patrones de consumo de azúcar, especialmente en niños y adolescentes, se necesita con urgencia una combinación de educación y políticas de salud pública generalizadas en todo el mundo.
En México, 12.4 millones de personas padecen diabetes.
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