La Ley Federal de Austeridad Republicana revivió el tema de la llamada “partida secreta” para el presidente del República; la legislación faculta a Andrés Manuel López Obrador para que dispongan de los ahorros de su gobierno con total libertad.
El jefe del Ejecutivo podrán usar a discrecionalidad dichos recursos a través de decretos, sin que esto pase por la aprobación de la Cámara de Diputados.
Los ahorros generados como resultado de la aplicación de dichas medidas deberán destinarse, en los términos, de las disposiciones generales aplicables a los programas del ejecutor del gasto que los genere. Por cuanto hace al Poder Ejecutivo, dichos ahorros se destinarán a los programas previstos en el Plan Nacional de Desarrollo o al destino que por decreto determine el titular”, señala el artículo 61 de la Ley avalada por el Senado.
Este día, durante la conferencia de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que esto “ya era facultad del presidente” y que la Secretaría de Hacienda será la que podrá reprogramar y transferir recursos.
“De una u otra manera ya es una facultad del presidente. Tiene que ver básicamente con Hacienda. La Secretaría de Hacienda tiene la facultad para reprogramar y transferir recursos.
“No sabía esto, pero yo al mismo tiempo traslado la facultad a la Secretaría de Hacienda, que es lo que vienen haciendo”, comentó.
Durante el informe que presentó en el Zócalo el 1 de julio, López Obrador señaló que su gobierno ha hecho ahorros por 113 mil millones de pesos, los cuales se han obtenido mediante diversos rubros, entre ellos, el plan de austeridad.
En abril de este año la Cámara de Diputados aprobó el dictamen con la modificación del Artículo 74 constitucional para prohibir que el Ejecutivo pida dinero sin rendir cuentas.
No podrá haber otras partidas secretas, fuera de las que se consideren necesarias, con ese carácter, en el mismo presupuesto; las que emplearán los secretarios por acuerdo escrito del Presidente de la República”, fue el párrafo que se eliminó para evitar el uso discrecional de recursos.
La Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados publicó en 2011 la iniciativa del diputado petista Jaime Fernando Cárdenas García para modificar el párrafo cuarto de la fracción IV del Artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a fin de prohibir la “partida secreta”.
Ahí se señalaba que en algunos sexenios se trató de un fondo multimillonario que el presupuesto federal asignaba a la presidencia de la República para que el Ejecutivo utilizara los recursos discrecionalmente, ya que no estaban sujetos a comprobación ni a rendición de cuentas.
“Carlos Salinas de Gortari recibió por concepto de partida secreta más que el doble de su antecesor Miguel de la Madrid”, argumentó el diputado, y recalcó que Salinas utilizó la mitad de la partida para su patrimonio personal.
El texto también refería que el gobierno de Felipe Calderón destinó a la “partida secreta” hasta 12 mil millones de pesos para financiar gastos confidenciales y reservados para el combate al crimen organizado.
La iniciativa de 2011 para acabar con las partidas secretas señalaba que la Auditoría Superior de la Federación había realizado, respecto a las partidas, dos auditorías a la entonces Procuraduría General de la República (por cuentas públicas 2008 y 2006), una al Cisen (cuenta pública 2007), una a la Policía Federal (cuenta pública 2006) y otra al Instituto Nacional de Migración (cuenta pública 2005).
La Ley de Austeridad Republicana fue aprobado la madrugada del martes por el Senado de la República con 74 votos a favor, ninguno en contra y 29 abstenciones.(Con información de Notimex)EM
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