La indignación por el asesinato de periodistas reunió a centenares de personas a lo largo del país. El grito fue uno: “¡Justicia!” Y las pancartas repitieron lo mismo: “Le tengo rabia al silencio”; “No se mata la verdad matando periodistas”.
Reporteros y reporteras, fotógrafos, editores, familiares y ciudadanos se manifestaron a las afueras de las oficinas de los distintos gobiernos en al menos 27 ciudades del país —desde Baja California hasta Veracruz— para exigir justicia y que se investiguen los ataques y los asesinatos de periodistas, que representan ataques directos a la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia de México.
Desde el asesinato de Javier Valdez, en Sinaloa, no se habían tomado las calles para gritar y exigir un “¡Ya basta!” Ahora los homicidios de Lourdes Maldonado, Alfonso Margarito Martínez y José Luis Gamboa, ocurridos en los primeros días de este año, obligaron a retomarlas.
Marchas silenciosas, veladoras encendidas, el grito de consignas, mantas y carteles con los rostros y nombres de quienes han perdido la vida fueron parte de las manifestaciones en 13 estados.
“Si las balas destrozan la tinta, con sangre escribiremos...”, se leía en una pancarta que un corresponsal portaba en protesta frente a la Secretaría de Gobernación sobre la calle Abraham González en la Ciudad de México. Como esa, decenas más de cartulinas y pancartas fueron alzadas en exigencia de justicia por hombres y mujeres con rostros que gritaban indignados ante la muerte de Lourdes Maldonado, de Alfonso Margarito Martínez y los cientos de periodistas y comunicadores asesinados en el país en los últimos años.
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En las paredes de la dependencia que encabeza Adán Augusto López Hernández, cerrada y apagada, fueron colocados los rostros de cada uno de los periodistas asesinados en más de 20 años; superan los 160, y siguen contando. En al menos 27 ciudades los mismos gritos se escucharon, el mismo hartazgo, el mismo miedo. “¡Están matando periodistas!”, grita una mujer entre la gente, y un hombre completa “¡pero no matarán la verdad!”.
De nuevo, coinciden las organizaciones y colectivos, hay que salir a las calles para exigir a las autoridades que actúen, porque es su deber garantizar la seguridad de los informadores. “Estamos enojados y estamos asustados. Tenemos miedo de que a otro compañero lo ataquen, lo maten”, dijo una periodista desde Tijuana a ejecentral.
En la Ciudad de México, a las afueras de Gobernación, todo era penumbra, pero el muro de entrada quedó tapiado de las imágenes de las decenas de compañeros y compañeras periodistas que, aunque sonríen, ya están muertos y no han recibido justicia.
El reclamo de justicia y exigencia para poner fin a la impunidad de los 149 periodistas asesinados en el país desde el año 2000 a la fecha —25 de ellos ocurridos en lo que va de este gobierno— se replicó en las principales ciudades de entidades como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Campeche, Jalisco, Veracruz, Morelos, estado de México, Puebla, Chiapas, San Luis Potosí, Nayarit y la Ciudad de México, entre otros.
Reporteros y reporteras, fotógrafos, editores, familiares y ciudadanos en general salieron a las calles y se presentaron a las afueras de dependencias gubernamentales y plazas públicas para sumarse al grito desesperado en busca de que autoridades y gobiernos de los tres niveles atiendan las denuncias de periodistas amenazados, así como el esclarecimiento de aquellos casos que históricamente se mantienen en más de un 90% impunes.
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