2023 luce desafiante para militares

5 de Febrero de 2025

2023 luce desafiante para militares

El fortalecimiento de las bandas criminales y la corrupción interna son algunos retos que enfrentan los militares de México, en el marco de una política de austeridad y de no confrontación

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Sostener una política de austeridad encargada de “erradicar” la corrupción; garantizar tanto la seguridad interior como las tareas de seguridad pública, fortaleciendo las relaciones civiles-militares; redoblar esfuerzos en el combate contra el terrorismo, la delincuencia organizada transnacional y los delitos que de ella se derivan; así como prevenir ataques en materia de seguridad cibernética.

Estas son algunas de las principales preocupaciones y amenazas que tienen las Fuerzas Armadas en México y de otros países de América Latina de cara al 2023, en lo que se advierte como un panorama adverso y lleno de desafíos frente al fortalecimiento de las organizaciones criminales, sus operaciones y alcances, los cuales son catalogados como retos a una escala de seguridad hemisférica.

Así lo indican diversos análisis, diagnósticos y previsiones consultados por ejecentral respecto a las condiciones actuales y objetivos para los que las Fuerzas Armadas mexicanas, como parte de la región de las Américas, cuentan sólo con dos años para cumplir con las metas plasmadas en los programas sectoriales de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y la Marina-Armada (Semar).

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“Entre las nuevas amenazas que serán recordadas casi continuamente en las próximas Conferencias de Ministros de Defensa de las Américas se encuentran: el terrorismo, la delincuencia organizada transnacional, las drogas, la corrupción, el tráfico ilícito de armas, la pobreza extrema, los desastres naturales, el tráfico de seres humanos y los ataques a la seguridad cibernética”, señala el informe sobre ‘Desafíos y amenazas a la seguridad en América Latina’.

El documento, editado en conjunto por el Centro de Estudios Estratégicos del Ejército del Perú, el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry y el Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, enmarca las prospectivas que en el caso de México se enfocan, al menos para el próximo año, en fortalecer el combate a la corrupción al interior de las propias instituciones encargadas de la seguridad y la defensa.

Objetivos prioritarios

“La erradicación de la corrupción y una política integral de austeridad son las grandes motivaciones nacionales de México y son centrales también en el ámbito de la Defensa. Por lo tanto, los uniformados tenderán a fortalecer las acciones para combatir la corrupción dentro de sus organizaciones, incluyendo operaciones en seguridad interior”, indica el análisis.

En ese sentido, el apartado referente a “La Gestión Estratégica de la Defensa en América Latina”, a partir de las premisas incluidas en el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2020-2024, emitido por la Sedena hace tres años, se delinean los principales objetivos que la fuerza armada tiene trazados para los dos años restantes del plazo previsto.

Impulsar un auténtico liderazgo en todos los niveles jerárquicos; aplicar una política integral de austeridad y erradicar la corrupción; contribuir a preservar la seguridad nacional y garantizar la Seguridad Interior; apoyar las acciones gubernamentales en materia de seguridad pública, bienestar social y desarrollo económico en beneficio de la población del país, así como hacer más eficiente la operatividad de las Fuerzas Armadas de tierra y aire, y fortalecer las relaciones civiles-militares, conforman esos objetivos primordiales.

Referente a las metas del Programa Sectorial de la Marina, el cual fue publicado con un retraso de año y medio, el Anuario de la Defensa Naval en América Latina y España da cuenta de tres objetivos primordiales: impulsar la industria de la construcción naval; impulsar la investigación científica y desarrollo tecnológico en el ámbito naval.

También destaca “fortalecer la inteligencia naval para mantener el combate a las organizaciones criminales, evitar el tráfico de drogas, armas de fuego y personas y actos contra la seguridad y navegación marítima en aguas territoriales mexicanas”.

Amenazas transfronterizas

Bajo un contexto en el que se percibe una “turbulencia” en el funcionamiento de la democracia, el papel de las instituciones encargadas de garantizar la defensa y la seguridad en la región toma relevancia, debido a la amplitud de encomiendas y el enfoque de “fuerza intermedia” que tiene al cumplir con tareas de seguridad pública, como es el caso de la Guardia Nacional, conformada en origen y mayoría por elementos castrenses.

Al tener que cumplir misiones como “policía nacional para la seguridad pública, combatiendo la delincuencia organizada en el país”, el libro sobre desafíos y amenazas en AL señala que la Guardia Nacional mexicana, como en el caso de los cuerpos de carabineros y gendarmería en otros países, implican la aplicación de “leyes diferentes para el funcionamiento y el cumplimiento de sus misiones”.

Sin embargo, las labores de seguridad pública asignadas a las instituciones armadas son sólo una parte de las múltiples encomiendas que les ha asignado el gobierno en turno, lo cual también ha mermado de alguna manera el estado anímico de los militares y marinos, e incluso la política de no confrontación los ha dejado desprotegidos frente a la amenaza de la delincuencia organizada.

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Un ejemplo de ello fue el hecho de que, pese a los despliegues y operativos focalizados de las fuerzas federales, dos mandos del Ejército fueron víctimas del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en hechos ocurridos en una de las regiones con mayor presencia del cártel, y con apenas 17 días de diferencia:

primero, el asesinato del general al frente de la Guardia Nacional; y después el secuestro y desaparición de un coronel.

De lo anterior se destaca que las redes criminales que grupos como el CJNG y el cártel de Sinaloa han forjado en otros países de la región, e incluso del otro lado del continente les han beneficiado para incrementar sus operaciones y en consecuencia sus ganancias. Uno de los principales riesgos a acentuarse en el corto plazo, según los analistas.

Por ejemplo, las alianzas que el también llamado cártel del Pacífico ha forjado en Colombia, particularmente con el grupo de “Los Urabeños” para el envío de cargas de cocaína a Europa y otras áreas. “Este cartel también ha operado en otros países al sur de América”, señala el documento.

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