Este 2 de octubre de 2022 se cumplen 54 años de la matanza perpetrada por el ejército mexicano en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco contra estudiantes.
La importante fecha será conmemorada como cada año con la exigencia de “verdad y justicia por los crímenes de lesa humanidad y por la grave situación de violencia política que vivimos en el país”, tal como lo dijo el Comité 68 Pro Libertades Democráticas.
La Matanza de 1968 dejó una cantidad de asesinados y heridos que se desconoce hasta el momento; además, se calcula que se detuvo a cerca de 2 mil personas esa jornada violenta encabezada por el Estado Mayor Presidencial.
Si bien cada año hay una marcha en la Ciudad de México que se nutre de diversos grupos de sobrevivientes, familiares de víctimas, estudiantes, grupos de izquierda y afines, entre otros, la manifestación de este año es diferente debido al contexto actual en materia de seguridad.
La diferencia principal es que los organizadores han hecho un llamado a sacar al Ejercito de las calles para que no se le usa para tareas de seguridad pública.
Argumentan que “históricamente la utilización de los cuerpos castrenses, de seguridad pública han sido sólo en producir tragedias para la población.
Víctor Guerra integrante del Comité 68 afirmó que “nuestra exigencia en contra de la militarización es para propiciar un futuro democrático para las nuevas generaciones, para hacer valer los derechos y las libertades que se han peleado siempre por los movimientos sociales y en contra de la reiteración de cualquier crimen hacia el pueblo”.
Con las acciones abiertas contra los movimientos populares en la memoria, el Comité declaró que la masacre “fue una acción concertada por el Estado mexicano, utilizando al Estado mayor Presidencial, que disparó desde la azotea del edificio Chihuahua, al Batallón Olimpia; a la tropa del Ejército que rodeó Tlatelolco y que disparó contra la multitud ahí reunida”.
La marcha vindicará “un alto a la militarización del país”, luego de que el Congreso de la Unión avaló reformas para otorgar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, y ante la iniciativa del PRI para ampliar hasta 2028 la participación del Ejército en tareas de seguridad pública.
Movilizaciones y actos conmemorativos
En este contexto, en medio la Plaza de las Tres Culturas fue colocada la misma manta que se desplegó el 15 de septiembre pasado en la Estela de Luz con el mensaje: “16 años de impunidad, no al golpe militar”.
En tanto, integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas modificaron la placa de reconocimiento al ex presidente Gustavo Díaz Ordaz de la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, al agregar al nombre del mandatario la palabra “asesino”.
“Nunca más honores para los perpetradores, no borraremos sus nombres de la historia, corregiremos la plana, les pondremos su apellido: asesinos, genocidas, sin importar los años de impunidad a la que el Estado nos pretende someter. Con osadía, organización y solidaridad persistimos exigiendo justicia”, dijo una participante afuera de la biblioteca ubicada en el Centro Histórico.
Antes de terminar el acto, advirtieron que “cualquier acción que arremeta en contra de ésta la consideraremos como represión”.
Por su parte, el primer acto oficia por la conmemoración de la masacre fue realizado por el Gobierno de la Ciudad de México. El secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, encabezó el acto, en el cual recordó que en la capital y en el país “tenemos un gobierno que no desaparece personas, que no reprime, que no usa la fuerza para masacrar al pueblo de México”.
Desde la célebre plaza en Tlatelolco, en funcionario declaró que “ése es el mejor homenaje que podemos hacer desde los órganos de gobierno a los estudiantes heroicos de 1968”.
Argumentó que la decisión de reprimir o no reprimir, de usar la fuerza o no usar la fuerza, de respetar las libertades, de cumplir con los mandatos internacionales, esta decisión corresponde al poder civil, al Gobierno de la República y de los estados.
Ahora bien, el secretario adelantó que habrá un operativo de contención policial por la marcha, para evitar la incorporación de grupos violentos.
Señaló que el gobierno local no busca reprimir y “no (va) pasar a la ofensiva nunca”, por lo que solo cuentan con sus escudos para protegerse de alguna agresión y, en su caso, por si hay necesidad utilizar el extintor en caso de existir fuego.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana estarán en el centro de control “monitoreando minuto a minuto no lo que suceda en la marcha”, que espera sea pacífica. Al operativo se sumarán concertadores del Gobierno de la ciudad con chalecos naranja, y se estará en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Previamente agrupaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles que organizan la marcha informaron que la movilización comenzaría a partir de las 12:00 horas. Así mismo, había pedido a las autoridades que no haya presencia de policías “grupos represivos” durante la marcha.
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