Tuvieron que pasar varios procesos de investigación para que por primera vez, Estados Unidos arreste a uno de sus expresidentes. Pero no fue su incitación al ataque al Capitolio en 2020, ni el hallazgo de documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, ni su probable interferencia en las elecciones del 2020 en Georgia, lo que llevó al actuar de las autoridades, sino un asunto más misterioso: la compra del silencio de tres personas no relacionadas a la política, en la recta final de la campaña electoral de 2016, la cual ocurrió tras una supuesta relación extramarital ocurrida diez años antes, algo que él siempre ha negado. A este cargo se sumaron 34 más por “falsedad de documentos contables”, mismos a los que el expresidente se declaró “no culpable”.
“(El inculpado) falsificó repetida y fraudulentamente registros empresariales de Nueva York para encubrir una conducta delictiva que ocultó información perjudicial al público votante durante las elecciones presidenciales de 2016”, explica la hoja de arresto emitida por la Corte Suprema Del Estado De Nueva York, ya que cada cargo penal se relaciona con una entrada específica entre los registros empresariales de la Organización Trump.
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Los cargos involucran la entrega de dinero a tres personas: un portero de la Torre Trump, quien decía tener información sobre un presunto hijo ilegítimo y recibió 30 mil dólares por parte del expresidente; una mujer que afirma haber sido amante suya y que cobró 150 mil dólares para guardar silencio; y Stormy Daniels, una actriz de cine para adultos, misma que obtuvo 130 mil dólares para ocultar una supuesta relación extramatrimonial. Los mismos fueron registrados como gastos legales de su empresa.
Con los labios apretados y una actitud seria, el republicano atendió el proceso en la sala de audiencias, en el piso 15 del tribunal de Manhattan, tras lo cual, fue dejado en libertad sin fianza ni ninguna medida de control judicial, algo que aprovechó para dirigirse a sus seguidores momentos más tarde, desde su hogar en Florida. “Nunca pensé que esto pudiera ocurrir en Estados Unidos”, fue parte de su discurso, en el que también calificó la lectura de cargos como “un insulto”.
Según lo dicho por los jueces de la corte penal, el juicio contra Donald Trump podría iniciar en enero de 2024, aunque sus abogados han pugnado por que se lleve a cabo en la primavera. Sin embargo, aún queda la oportunidad de que la lista de cargos aumente, lo que podría modificar el veredicto, o incluso orillar a que las autoridades abandonen el caso debido a la cercanía de las investigaciones con las elecciones presidenciales.