El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) ofreció una disculpa a quienes se sintieron ofendidos luego que su titular, el historiador Pedro Salmerón, calificó como “valientes jóvenes” a los asesinos del empresario Eugenio Garza Sada, el 17 de septiembre de 1973.
Pedro Salmerón recibió una ola de criticas por publicar desde la cuenta oficial del Instituto que el intento de secuestro del empresario se trató de un acto “valiente” de los integrantes de la Liga Comunista 23 de septiembre, enfrentamiento que derivó en la muerte de dos simpatizantes de este grupo urbano, además del famoso empresario y sus dos escoltas.
Ante esta circunstancia, el Consejo Coordinador Empresarial exigió una disculpa pública por parte de Pedro Salmerón, al considerar que sus palabras enaltecen la violencia, conducta inadecuada en un funcionario público federal.
El historiador reafirmó su posición y luego cerró su cuenta personal de Facebook. Sin embargo, desde la cuenta oficial en Twitter del Instituto, Salmerón rechazó la censura.
Esta polémica generó las reacciones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como de legisladores panistas y de la propia senadora de Morena, Lily Téllez, quienes demandan la destitución o renuncia de Salmerón por utilizar una dependencia pública para intentar imponer su visión personal sobre un suceso histórico.
Mientras tanto, eInstituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México señaló que se ha propuesto investigar, discutir y difundir la historia de México a través de sus principales protagonistas, los pueblos y la sociedad mexicana.
También destacó que una parte de esta historia es la de la llamada Guerra Sucia. El Estado mexicano del siglo XX fue muy exitoso en borrar de la historia a los movimientos guerrilleros urbanos y rurales que, ante la falta de canales de participación política, de libertades democráticas, pero, sobre todo, ante la brutal represión a los movimientos estudiantiles, ferrocarrileros, médicos y ante la violencia y la injusticia cotidiana contra las comunidades rurales, no vieron otra alternativa que declararle la guerra al Estado mexicano y optar por la vía armada.
Finalmente, el INEHRM apuntó que no reivindica la lucha armada ni hace una apología de la violencia y recordó que México se encuentra en un momento de revolución pacífica con la llegada del nuevo gobierno federal.
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