MARÍA IDALIA GÓMEZ | GABRIELA RIVERA
Oliver Stone, uno de los directores más controvertidos de Hollywood, fue uno de los cineastas que se interesó en producir y dirigir la película autobiográfica de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Para ello envió a México a dos productores argentinos, quienes se entrevistaron con el líder del Cártel de Sinaloa.
Esto se desprende de la información de inteligencia recabada por las agencias de México y Estados Unidos, verificada por EJE CENTRAL y que se integrará a los expedientes de la Procuraduría General de la República (PGR) para su investigación.
El nombre de Stone, junto con los productores nominados el Emmy, Fernando Sulichin y José Ibáñez, quien también tiene la nacionalidad española, se añaden a la lista de celebridades del espectáculo que tuvieron contacto directo con el líder del Cártel de Sinaloa, cuando estaba prófugo tras escapar del penal de máxima seguridad de El Altiplano, Estado de México.
Las investigaciones de inteligencia muestran el seguimiento a al menos 20 celebridades de la industria del entretenimiento, entre los que se encuentra el ex representante de la cantante Alejandra Guzmán, Roberto Arteaga; el cantante Emmanuel, y Andrea Vega, identificada como enlace de Los Tucanes de Tijuana y la banda El Limón.
Los detalles en la información pudo ser recabada por las oficinas de inteligencia de México y Estados Unidos, a partir del uso de tecnología de geolocalización e intervenciones de comunicaciones; así como la intervención de agentes infiltrados, de acuerdo con información confirmada por distintas fuentes oficiales nacionales e internacionales a EJE CENTRAL.
EQUIPO DE PRODUCCIÓN
El punto de partida para la ubicación exacta y luego monitoreo de Guzmán Loera fue la relación que el capo sostuvo con la actriz Kate del Castillo.
Este vínculo se intensificó poco después de que El Chapo se fugara del penal de máxima seguridad de El Altiplano, Estado de México. La PGR, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), el área de inteligencia de la Marina y la agencia antinarcóticos estadounidense DEA (por sus siglas en inglés), iniciaron el rastreo de comunicaciones entre Kate del Castillo y Guzmán Loera desde agosto del año pasado.
Un mes más tarde, el rastreo permitió detectar el interés del doble ganador del Oscar, Sean Penn, para sumarse al proyecto de la película autobiográfica que quería hacer El Chapo. Al mismo tiempo surgió el nombre de Oliver Stone.
Kate del Castillo fungió como intermediaria entre el capo y sus compañeros de Hollywood.
Oliver Stone, de acuerdo a los registros, escuchó las propuestas y se interesó mucho en el tema, al grado de enviar a México a dos de sus más cercanos amigos y colaboradores, cuyas trayectorias han destacado en Estados Unidos e Iberoamérica, Fernando Sulichin y José Ibáñez.
Así fue como Sean Penn, Sulichin, Ibáñez y Kate del Castillo, llegaron a México vía Los Ángeles. Aterrizaron en Jalisco, donde rentaron una avioneta, se trasladaron a Sinaloa y finalmente Durango, en donde los esperaba uno de los hijos del capo, Iván Archivaldo, quien tenía un equipo de seguridad de apoyo, y fue el encargado de llevarlos hasta Guzmán Loera.
Los cuatro, de acuerdo al propio relato de Penn, publicado en la revista Rolling Stone -en la que no se mencionan los nombres de Fernando Sulichin y José Ibáñez-, permanecieron siete horas con el líder del Cártel de Sinaloa.
Los informes de inteligencia se refieren a los enviados de Stone, como “prestigiados escritores”, quienes serían los encargados de “escribir la historia de El Chapo y la línea argumentativa de su película”.
El diálogo, establecen los registros, se concentró en los términos en que se desarrollaría el filme, los plazos y las aportaciones de información que haría El Chapo, además de los términos de una eventual asociación con Kate del Castillo.
CINEASTAS CONTROVERTIDOS
Fernando Sulichin y José Ibáñez nacieron en Argentina y desde jóvenes se dedicaron a la producción de películas en su país y luego emigraron a trabajar a Estados Unidos y Europa, donde Ibáñez consiguió la nacionalidad española.
A lo largo de su carrera han trabajado con el estadounidense Oliver Stone, con quien filmaron películas y documentales con temas políticos. La más comentada fue el Comandante, un documental sobre Fidel Castro, que fue criticada por la comunidad cubana en Miami y que finalmente no llegó a las salas de cine.
Sulichin y Stone tienen experiencia haciendo historias de narcotraficantes mexicanos. En 2012 filmaron Savages, en donde aparecen, entre los personajes principales, una mujer reina del narcotráfico en Tijuana y Mauricio Sánchez Garza “El Azul”, uno de los líderes del cártel de Sinaloa y que encabeza “El Chapo Guzmán”.
Sulichin es reconocido en Argentina —y en América Latina—, por ser un cineasta afín a la izquierda en la región. De acuerdo con publicaciones del periódico La Nación, el productor entrevistó a Evo Morales, Hugo Chávez, Fidel Castro y los Kirchner, junto con Stone y el actor Sean Penn.
José Ibáñez también ha participado en estas entrevistas para convertirlas en películas. En 2009, produjo con Stone el documental South of the Border , en la que se presentan las entrevistas realizadas a los presidentes de América Latina y que estuvo en la selección de la Mostra Internacional de Cine de Venecia en 2009.
En sus proyectos recientes, Ibáñez filmó una película sobre el Papa Francisco y tiene en post producción un filme sobre Edward Snowden, en la que también participan Stone y Sulichin.
Los argentinos tampoco son improvisados y su trabajo ha sido reconocido en la industria del cine en Estados Unidos. Ibáñez ganó un premio en Festival Internacional de Programación Audiovisual de Biarritz y estuvo nominado a un Emmy en 2011 por la serie Operación Jaque; mientras que Sulichin estuvo nominado en 1996 a los premios Spirit Award por la película The Addiction.
LAS INVESTIGACIONES
Por ahora, las pesquisas en México y Estados Unidos se concentran en Kate del Castillo, porque las autoridades de ambos países detectaron operaciones de dinero sospechosas, a favor de personas cercanas a ella y también se confirmó el incremento económico en la vida cotidiana de la actriz.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda revisa los depósitos, transferencias y situación fiscal de la actriz y de sus empresas Kate del Castillo Productions, creada en 2009, y Royalty Makeup, que fue dada de alta en el estado de California en agosto de 2015, justo cuando se intensificó el intercambio de mensajes con el capo para filmar su película.
Las reuniones del resto de los artistas mexicanos con Guzmán Loera, establecen los reportes, se celebraron también en la sierra, en el llamado Triángulo Dorado.
Todos esos encuentros fueron descritos como amistosos y, en algunos casos, como en el de la representante de las bandas norteñas Limón y Tucanes, fue de mayor cercanía.
Todos estas reuniones son actualmente analizadas por la PGR, para determinar si podría constituirse en algún delito.
El mismo análisis de información, que aún no se constituye como una investigación formal salvo en el caso de Kate del Castillo, se lleva a acabo en la UIF, sobre cada uno de los personajes mexicanos que se reunieron con el capo, para determinar si pudieran existir responsabilidades fiscales o algún delito penal.