La ayuda de ACNUR a México es temporal

21 de Noviembre de 2024

La ayuda de ACNUR a México es temporal

Ante el aumento en las solicitudes de refugio en México y la baja asignación de presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, el representante del organismo de Naciones Unidas advierte que esa disparidad puede impactar en la protección a asilados y aumentar las conductas xenofóbicas

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En los próximos ocho meses para México sólo hay un panorama: las solicitudes de refugio superarán 50 mil casos, un incremento de casi el 70% respecto a 2018, a causa del crecimiento de la violencia en los países del triángulo norte de Centroamérica, sumado a las crisis políticas en Venezuela y Nicaragua.

Pero en el presupuesto de 2019 no consideró este panorama. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), entidad gubernamental encargada de atender este fenómeno, tuvo un recorte presupuestal de 19% y, por lo pronto, tiene 20.8 millones de pesos para operar.

Ante este achicamiento de recursos, Mark Manly, representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), sostuvo que la ayuda que se brinda a México es temporal, por lo que debe incrementarse el presupuesto a la Comar, porque la tendencia de solicitudes muestra que continuará a la alza, especialmente desde Honduras, El Salvador, Venezuela y Nicaragua.

“En efecto, el presupuesto de la Comar se redujo en relación al año pasado, lo que es una preocupación para el ACNUR. Entendemos que la Subsecretaría de Derechos Humanos se comprometió a canalizar recursos adicionales a la Comar desde el interior de Gobernación , y hacemos votos porque así sea.

“La Comar es un órgano que necesita fortalecerse para hacer frente al alza en el número de solicitantes de la condición de refugiado, y el ACNUR colabora en este fortalecimiento. Estamos comprometidos a apoyar de forma temporal a la Comar frente a esta coyuntura. Es imprescindible que se incremente la asignación de la Comar en el presupuesto para el año entrante”, expresó en entrevista con ejecentral.

Al revisar el crecimiento de los últimos años, se aprecia un salto importante en las peticiones de asilo. En 2014 la Comisión recibió dos mil 137 solicitudes de asilo; cuatro años después el crecimiento significó 14 veces, alcanzando 29 mil 623 peticiones. Y sólo en los tres primeros meses de 2019 ya casi se alcanzó la mitad de todo el año pasado, al sumar 12 mil 716 casos.

“México tiene la capacidad de recibir este incremento de personas que solicitan la condición de refugiado. Además de contar con condiciones demográficas y económicas, México cuenta con la capacidad institucional para hacer frente al incremento de las solicitudes de asilo. ACNUR ayuda justamente a movilizar esta capacidad institucional”, reconoció Manly, aunque también advirtió que “sin la respuesta institucional adecuada, hay riesgos de protección para las personas, pero también, hay riesgo de que incrementen las actitudes de xenofobia”.

El dato. En los últimos años, cerca de 1 de cada 4 personas que han solicitado la condición de refugiado en México son niños, niñas y adolescentes, y casi 1 de cada 3 son mujeres.

Un dato muy interesante es que la ACNUR detectó que en las más recientes caravanas que han llegado al país con un gran número de personas, como una nueva forma de migración, incluyen muy pocas personas que busquen la calidad de refugiado en México.

“Si comparamos el número de personas que llegaron con las caravanas y solicitaron la condición de refugiado con el número total de solicitantes, vemos que es una minoría… En términos generales, las solicitudes de asilo las realizan las personas que llegan en grupos pequeños y constantes”, detalló Manly.

El titular de la Comar expresó que la Comisión y el ACNUR alcanzaron un acuerdo para que la Comar recibiera apoyo. ¿En qué consistirá el acuerdo suscrito entre ambas partes?

—Ante las dificultades presupuestales de la Comar y el incremento de las solicitudes de asilo, el ACNUR apoya a esta institución con recursos humanos financieros y asistencia técnica. Específicamente, apoyamos con contratación de personal, apertura de nuevas oficinas, equipamiento, capacitación y asesoría técnica. Esto incluye la simplificación del procedimiento de determinación de la condición de refugiado.

¿Qué riesgos podrían significar para un país como México el crecimiento de las solicitudes de refugio y su atención?

—México es un país con más de 127 millones de habitantes. Considerando el tamaño de su población y el número de solicitantes de asilo que recibe, México no se encuentra dentro de los primeros 100 países del mundo receptores de personas refugiadas. La tasa de refugiados en México es muy baja, de 0.088 refugiados por cada mil habitantes. En contraste, Líbano tiene una tasa de 164 refugiados por cada mil habitantes, Jordania 71 y Turquía, 43. Además de las condiciones demográficas, México es la decimocuarta economía del mundo, y cuenta con las condiciones económicas para absorber a esta población.

Sin embargo, para que esto ocurra, es de suma importancia movilizar la gran capacidad institucional que tiene el país. Fortalecer a la Comar en términos operacionales, financieros y de recursos humanos es de particular importancia. También es importante tomar medidas adicionales para facilitar la integración de la población refugiada.

¿Han advertido que las personas refugiadas lleguen a ser percibidas por las comunidades de acogida como una especie de carga?

—Desde ACNUR reconocemos que ciudades como Tapachula, Tenosique y otras al sur del país enfrentan mayores dificultades para recibir e integrar a las personas que solicitan la condición de refugiado, lo que se puede notar con la saturación de los servicios públicos y la limitada oferta laboral.

Es importante notar que Colombia, Perú y Chile han recibido más que 2.2 millones de venezolanos a raíz de la crisis y tienen una población total de alrededor de 100 millones de habitantes, mucho menor que México”.

Agrega: “Al mismo tiempo, albergues y ACNUR brindan asistencia humanitaria a las personas solicitantes en las comunidades del sur del país. Hay que destacar el trabajo que hacen los albergues, pues son realmente los actores clave en la respuesta humanitaria. Para complementar estos esfuerzos, hemos trabajado con autoridades sobre proyectos que benefician tanto a la población local como a la refugiada y migrante. En el último año, hemos implementado más de 20 proyectos de inclusión y coexistencia pacífica, sobre todo en comunidades del sur del país, tales como Tapachula, Tenosique y Palenque, la mayoría con financiamiento del Comité Olímpico Internacional. Recientemente, ACNUR realizó donación de mobiliario escolar a escuelas de Tapachula, inauguró canchas deportivas en Tenosique y abrió un gimnasio en Palenque, todo con el fin de facilitar la inclusión de personas refugiadas y fomentar la coexistencia pacífica.

¿Tras ser reconocida la condición de refugiados, el proceso de integración en lo económico y social en el país cumple con las normas y estándares internacionales?

La mayoría de las personas que solicitan la condición de refugiado en México llegan de forma irregular por la frontera sur e inician su procedimiento de determinación en Tapachula, Palenque o Tenosique. La gran mayoría evitan solicitar más al norte por los riesgos de seguridad en la ruta y las posibilidades de ser detenido por las autoridades. Sin embargo, las ciudades fronterizas del sur del país enfrentan mayores dificultades para facilitar la integración de estas personas, pues la oferta de empleo es limitada y los servicios públicos están más saturados.

El corredor industrial del norte del país es donde tienen mayores perspectivas de integración al tener una alta necesidad de mano de obra no satisfecha por mexicanos.

Por ello, ACNUR trabaja con las autoridades de varios estados y ciudades para integrar a las personas refugiadas en ciudades donde hay condiciones de inclusión laboral más favorables. Después de un año en el programa de integración en el norte del país, 92% de las personas reubicadas están empleadas, recibiendo un salario promedio de 1,465 pesos en el primer año de trabajo, cuando en el sur era de 898. Mientras en el sur del país, 82% de los niños y los jóvenes solicitantes de asilo no estudiaban, el 100% de los niños reubicados en el norte están escolarizados al llegar.

Lejos de generar un mayor gasto del gobierno, la integración de refugiados y migrantes genera ingresos que pueden ser destinados en beneficio de las comunidades receptoras. Estudios de otros países muestran aunque las personas refugiadas necesitan más apoyo en la fase inicial, rápidamente contribuyen a la economía local. Es decir, no constituyen una carga, todo lo contrario.

Reformas legales

El gobierno mexicano ha anunciado que planea hacer cambios a la Ley de Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, pero no podrá concretarlo sin antes consultar y recibir asistencia técnica de la ACNUR, de acuerdo a la Convención sobre el Estatuto de Refugiados. Hasta el momento, adelantó Mark Manly, el organismo no ha sido “formalmente consultado sobre una iniciativa de reformas”.

Aunque consideró que la normatividad vigente desde 2016 es buena y en algunos aspectos “ejemplar”, Manly, enlistó algunos de los vacíos que persisten:

Terminar con la práctica de la detención migratoria de personas que solicitan la condición de refugiado, en particular de niñas y niños. Paradójicamente, la propia ley y la política de implementación fomentan el ingreso irregular al país de solicitantes de asilo al disponer que estas personas sean detenidas si hacen la solicitud en la frontera. Para evitar tal detención, la inmensa mayoría entra por cruces ciegos.

Los solicitantes de asilo deben tener libertad de movimiento al interior del país en lo que concluye su procedimiento, pues actualmente, no pueden abandonar la entidad federativa donde iniciaron el procedimiento. Los solicitantes de asilo están obligados a firmar cada semana ante la Comar para que su procedimiento siga en curso, y si no lo hacen por dos semanas, se considera abandono del caso.

Esto crea dependencia sobre asistencia humanitaria al obstaculizar acceso al mercado laboral. Muchos empleadores no quieren contratar a una persona que se ausenta medio día o un día por semana. ACNUR considera que este requerimiento debe ser modificado.