En todos los rankings sobre los mejores gobernadores del país, José Calzada de Querétaro siempre aparece entre los tres primeros. Es eficiente y cuidadoso, inteligente y no comete errores. Por eso sorprende el enorme tropezón que tuvo este martes, cuando permitió que sus asesores políticos cometieran un error que lo llevó hoy al ridículo, y a mostrar su temor a que su candidato a sucederlo, Roberto Loyola, pierda la elección y que con esa derrota, se trinquen sus aspiraciones para incorporarse al gabinete presidencial. Calzada, el perfecto, mostró su vulnerabilidad y el riesgo de que el PRI pierda la elección para gobernador el 7 de junio. Pero hay que ir por partes.
Una de las grande sorpresas en esta temporada electoral es lo que sucedió en Querétaro. Con el enorme prestigio de Calzada como gobernador, en Los Pinos, en la Secretaría de Gobernación y en el PRI, pensaron que la elección sería cómoda para sus intereses. Pero desde el arranque, las cosas no funcionarios como lo imaginaban. Los tracking polls de las campañas, las encuestas cotidianas que sirven para medir estrategias, muestran que durante los primeros 30 días de la contienda entre Loyola y el candidato del PAN, Francisco Domínguez, lo que se registró fue un empate técnico, donde intercambiaban intermitentemente la punta. Preguntado sobre lo que sucedía, Calzada dijo en la ciudad de México: “Es que en Querétaro les gusta la alternancia”.
Afirmación equivoca. Las alternancias no se dan simplemente como un gusto, sino como castigo al gobierno en turno. En su caso no había tal castigo a su gobierno, si se ven las calificaciones que le dan sus gobernados, sino a que el candidato, hermano del ex gobernador panista José Loyola, sencillamente no creció como se esperaba. Hace poco más de dos semanas comenzó la guerra sucia contra Domínguez, días después de que el PAN, al oler la posibilidad de la victoria, realizó un acto de apoyo de todas sus figuras, en el cual asistieron personajes antagónicos, que no se hablan entre sí, como el líder del partido, Gustavo Madero, y el ex presidente Felipe Calderón.
El estratega de Calzada, herencia de Loyola, el mexicano Adolfo Ibinarriaga, quien trabajó con el presidente Rafael Correa en Ecuador, diseñó la estrategia. Hace seis años experimentó las campañas sucias contra el ex gobernador Francisco Garrido Patrón, contra quien lanzó campañas en redes sociales acusándolo de homosexual, y en esta contienda, con mayor experiencia en medios alternativos, retomó la vieja práctica. A principio de mayo le hizo llegar al periódico Reforma grabaciones ilegalmente obtenidas entre Domínguez y el candidato del PAN a la gubernatura de Baja California, Carlos Mendoza Davis, en donde hablaban de un financiamiento irregular a la campaña del queretano. Aunque a nivel nacional no prendió mucho esa grabación, sí contribuyó a lastimar a Domínguez. Las grabaciones fueron filtradas para coincidir con el primer debate entre candidatos a gobernador, tras lo cual Ibinarriaga diseñó una modalidad para suplir al spin post-electoral: compró portadas falsas –llamadas camisas- en los periódicos locales, con un enorme titular: “Ganó Loyola”. La combinación de eventos rompió el empate técnico y provocó una caída de cinco puntos de preferencia electoral del candidato. Sin embargo, comenzó a repuntar y recuperó aproximadamente dos puntos. El asesor de Calzada, que por definición en Los Pinos y Bucareli, se haría cargo de la elección en Querétaro, decidió jugar una vez más la guerra sucia. Una vez más el vehículo escogido fue Reforma, que este martes difundió en su portada y en su portal un video donde aparecía el hermano del candidato panista, Alejandro Domínguez, junto a una persona que llamaron su amigo, identificado como César Gastélum, un líder del Cártel de Sinaloa detenido por fuerzas federales hace un mes. Reforma fue embaucado. Quien aparece en las imágenes no es Gastélum, que de hecho no se parece, sino un empresario conocido en Querétaro que se llama Luis Hernández de la Torre. El empresario ofreció este martes una conferencia de prensa, junto con otros empresarios que aparecen en el video, y dijo que es transportista y que la fotografía fue tomada el 18 de octubre de 2014 en Playa del Carmen, donde asistieron a un congreso nacional porcino. Los hermanos Domínguez están involucrados desde hace tiempo en esa actividad. Reforma desapareció el video de su home en el portal, y sólo registró el desmentido de Domínguez en una entrevista con Alejandro Cacho en MVS. El candidato del PAN estaba eufórico por el error cometido por Ibinarriaga y su patrón, el gobernador Calzada. En los dos videos que han entregado al diario la imputación ha sido su vinculación con el crimen organizado. En la primera no se ha probado nada, ni tampoco se presentó una denuncia en la PGR para que iniciara una investigación. En la segunda, resultó un disparo con pólvora mojada. Los negativos de esta fallida operación contra Domínguez repercutirán en lo inmediato sobre el candidato Loyola, pero en el mediano y largo plazo se le transferirán a Calzada, más allá del resultado electoral, por haber caído en prácticas de las que se pensaban impensables e innecesarias para él, un gobernador modelo, que con esos recursos desesperados revela que no está hecho de lo que tantos mexicanos pensaban que era su textura. Una decepción más en esta campaña saturada de desencantos. rrivapalacio@ejecentral.com.mx twitter: @rivapa