Por qué razón Paula Cusi, la tercera y penúltima esposa de Emilio El Tigre Azcárraga recurrió a Ernesto Canales para que la defendiera de un litigio de sucesión testamentaria mediante el cual ella sería la heredera legal de una sexta parte de Televisa, es un misterio convertido en drama personal. Primero, porque Canales y el segundo abogado de Cusi, César Francisco García Méndez, no pudieron impedir que el hijo de El Tigre, Emilio Azcárraga Jean, actuara con toda la furia en su contra, y sus abogados lograran que durmiera casi una semana en la cárcel para persuadirla de que vendiera sus acciones; segundo, porque una vez acordada la transferencia de acciones, Canales se quedó con 65 millones de pesos de una contraprestación autorizada por Azcárraga Jean, sin que ella se enterara que la había timado aquél a quien le depositó toda su confianza. El caso es importante de sí, pero adquiere relevancia política adicional porque Canales es el fiscal anticorrupción de Nuevo León.
Canales seguía defendiéndose en juzgados mientras que el Gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, lo reclutaba como su fiscal para combatir a los corruptos en el Estado. Ironías de la vida pública, que impiden saber si Canales informó a Rodríguez que se encontraba metido en un torbellino legal. El fiscal ha negado ante la autoridad judicial cualquier acción ilegal y sostenido que su cliente, la señora Cusi, estaba informada de todas sus acciones. Pero la documentación revisada sobre el caso, indica lo contrario. El fiscal anticorrupción promovió dos transferencias a empresas vinculadas a él, sin haberlas reportado a la señora Cusi. La documentación tiene dos momentos clave:
1.- El 28 de abril de 2011, la señora Cusi cedió “todos y cada uno de sus derechos” de la sucesión de El Tigre, a Emilio Azcárraga Jean, mediante un finiquito de 50 mil pesos. Canales no le informó que se había acordado, por decisión del actual presidente de Televisa, una contraprestación de seis millones de dólares a cambio de desistirse de acciones legales para mantener el 16.6% de la empresa que le fue heredado por El Tigre.
2.- El 17 de mayo de 2011, Canales y García Méndez firmaron una “carta de instrucción” con el representante de Televisa, Alejandro Bustos, donde solicitaba a la empresa determinar, a su elección, la forma como realizaría el pago compensatorio en dos exposiciones, el 17 y el 27 de mayo de ese año, mediante dos opciones:
* Un depósito a la cuenta de Summer Stream, C.V., por la vía de Abdadi&Co, Secutities Ltd, en el banco Standard Bank Plc., en Londres, por tres millones de dólares.
* O mediante la contratación que lleve a cabo Televisa de los servicios de mercadotecnia de la empresa Summer Stream, C.V., por otros tres millones de dólares.
En la documentación sobre el caso, se presentó un Contrato de Servicios celebrado el 17 de mayo de 2010 –un año antes de que se realizaran esos depósitos- entre Summer Stream, en calidad de proveedor de servicios, con Televisa, que tenía por objeto publicitar a la empresa televisiva en Europa. En la documentación no hay una explicación del porqué Televisa firmó en 2010 un contrato de servicios con Summer Stream, que está registrada en Holanda, y cuyo representante es Canales.
Un dictamen pericial en materia de contabilidad realizado por Ernesto Rubio Pérez, en nombre de la defensa de Canales, presentado al agente del ministerio público que llevaba el caso el 23 de agosto de 2013, para determinar si habían existido o no los pagos, que concluyó que no había “documento contable que justifique” los depósitos de seis millones de dólares que hizo Televisa, y que, de acuerdo con el expediente en la averiguación previa, no se había realizado ningún depósito a la cuenta de Abdadi&Co, Secutities Ltd, en el banco Standard Bank Plc. de Londres, ni celebrado algún contrato de servicios de mercadotecnia entre Televisa y Summer Stream a partir del 17 de mayo de 2011. “Por tanto –afirmó Rubio Pérez-, no está justificado contablemente que el señor Ernesto Canales Santos realiza operaciones perjudiciales al patrimonio de la denunciada”.
La denuncia contra Canales y García Méndez que presentó la defensa de la señora Cusi el 26 de marzo de 2012 en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, establece que los dos abogados “se apoderaron y dispusieron en su beneficio” de los seis millones de dólares pagados por Televisa, “obteniendo un lucro indebido y generado un detrimento patrimonial” a la cuarta esposa de El Tigre Azcárraga. En el dictamen contable, Rubio Pérez no negó la relación de Canales con Summer Stream, pero en sus declaraciones ministeriales, García Méndez aseguró que no conocía ni a sus accionistas, ni a los de Abdadi&Co, Secutities Ltd.
Desde la primavera de 2011, el litigio de la señora Cusi ya no fue con Televisa, sino contra sus abogados, particularmente contra Canales, quien durante 2015 buscó amparos para que bloquearan el fallo del ministerio público para que la empresa presentara la documentación del pago de seis millones de dólares. Después de haber logrado amparos para evitar la acción judicial, finalmente el 11 de noviembre los magistrados del 6º Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, le dieron el revés definitivo: no se admitiría recurso alguno, porque el caso era “cosa juzgada”. Televisa entregaría la documentación solicitada.
Mañana: Los seis millones de Televisa
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