Los casos recientes de coche bomba en Guanajuato y Jalisco llevaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a reconocer, por primera vez, un aumento en el uso de explosivos en los ataques del crimen organizado.
El mandatario reconoció que, sobre todo, en la zona integrada por Michoacán, Jalisco y Guanajuato ha aumentado no sólo el ataque con estos artefactos explosivos, sino también los decomisos que realizan las Fuerzas Armadas de este tipo de armas.
“¿Qué buscan con el uso de explosivos?”, le preguntaron al Presidente y afirmó que “actuar con más violencia. Creo que eso, desde luego, produce mucho dolor, pero también, mucho repudio de todos, de la sociedad. Eso no, no”, resaltó.
En el caso de la explosión contra agentes de la Fiscalía de Jalisco, detalló que se trató de una acción premeditada en la que se usó el nombre del colectivo de Madres Buscadoras para llevarlos al lugar de los hechos, pero que fue una mentira para actuar con saña.
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El hecho causó la muerte de seis agentes de la Fiscalía jalisciense y dejó, al menos, 12 personas más heridas. Pero no fue el primer ni único evento. Apenas 14 días atrás, en Celaya, Guanajuato, un coche bomba explotó ante elementos de la Guardia Nacional, causando la muerte de uno de ellos y causando heridos en al menos una decena más.
Pero el uso de explosivos en ataques no es nuevo. De acuerdo con Alberto Capella, exsecretario de Seguridad de Tijuana, Morelos y Quintana Roo, en los últimos cuatro años, es decir, durante la administración de la llamada Cuarta Transformación, se ha registrado el uso de mil 700 artefactos explosivos en 377 actos cometidos por el crimen organizado.
“Se han presentado agresiones con AA EE II en diferentes partes del país; sin embargo, la problemática se focaliza en los estados de Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Chiapas, perpetradas por grupos de la delincuencia organizada en contra de personal militar y civil”, se confirmó en un documento presentado en la reunión del Comando y Agencias de Seguridad de Estados Unidos el 1 de septiembre de 2022 y que fue filtrado durante los #GuacamayaLeaks.
Para no ir tan lejos, la mañana de este jueves, mientras López Obrador reconocía el aumento de uso de explosivos, en Ciudad Juárez, Chihuahua, una mujer que se dirigía a su trabajo encontró un viejo misil, un “proyectil propulsado por cohete o motor de reacción, que puede ser guiado durante toda o parte de su trayectoria”, según señaló la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que acudió al hallazgo.
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